Capítulo 35

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Arik.

Cuando escapé en la mañana estuve caminando por la ciudad sin rumbo hasta casi todo el día de escuela.

No tenía nada que hacer.

Sólo no quería estar en casa ni en la secundaria.

Quería estar sola.

Los chicos han estado abrumándome constantemente desde es noche.

Se me hizo difícil huir de Patrick.

No podía quedarme en casa porque mi madre sospecharía. Entonces no tuve otra opción más que lidiar con eso en la secundaria.

No he visto a Xander desde hace un tiempo.

Aún no puedo creer que siga enojado conmigo.

Bueno, creo que si me excedí la noche que me descubrieron con Tucker.

Pero no tenía porque enojarse así.

Él ahora pasa más tiempo con Leah y sus nuevos amigos.

Se le ve muy a gusto con ellos.

No lo culpo.

Su terquedad nunca se le va a quitar.

Era una tarde soleada y linda.

Se ocurrió ir a comprar lirios amarillos en una florería cercana.

Fueron las que más me gustaron.

Estaba recibiendo muchos mensajes entonces apagué el teléfono.

Tomé el bus hasta el cementerio.

Cuando llegué, me acerqué hasta la lapida con el nombre “Axel Jones ”.

Esa era la de mi padre.

La limpie un poco porque estaba sucia.

—Hola papá —sonreí leve.

Las flores de antes estaban secas y marchitas. Entonces decidí cambiarlas.
Hace más tres meses no venía a este lugar.

Me senté en césped.

—¿Cómo estás Arik? Gracias por visitarme después de tanto tiempo — imité la voz de mi padre. — Gracias a ti por preguntar, y no había venido porque estaba ocupada culpándome de que ya no estés. Y respondiendo a tu pregunta es una larga historia, pero supongo que tienes tiempo así que te contaré.—me senté cruzando las piernas.

Suspiré.

—Viaje a otra ciudad sin permiso de mamá para descubrir que el chico con el que salía me engañaba, el idiota de Patrick regresó así que acepté estar en una  relación falsa con Alexander. Sí el mejor amigo de mi hermano, para que Patrick me dejara en paz, pero no funcionó y terminé enamorándome de Xander, pero claro como siempre me pasa él no está enamorado de mi y ahora está molesto conmigo por una estupidez y eso me hace sentir peor porque no confía en mi a pesar de todo lo nos ha pasado.

Hice una pausa y tomé una de las flores para arrancarle los pétalos y dejarlos caer al suelo.

—…Así que no, no estoy bien — terminé de contarle.

Bajando la mirada.

—Tal vez si sea egoísta al no haber venido antes y solo llegar y contarte mis desgracias, pero ha sido difícil, ¿Sabes? — mi voz estaba comenzando a quebrarse.

Me prometí no llorar.

—Es difícil estar aquí, lo estuve pensando casi todo el día — continué cabizbaja.— Te extraño — miré lapida.

Sólo un juego#1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora