Capítulo 32

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Arik.

Estaba demasiado avergonzada para quedarme en la fiesta.

Tucker me alcanzó unos segundos después de que salí.

—Arik, lamento que haya terminado así — se disculpó.

—No tienes que disculparte, era algo que tenía que pasar — me encogí de hombros — Si fue agradable mientras duró.

—Arik…— comenzó a decir.

—Mejor ve a casa Tucker, y espero no volvamos a hablar de esto de nuevo, no pasa nada en serio — le aseguré — Y gracias por intentar defenderme, pero no tienes que hacerlo.

Continué caminando a casa.

Necesitaba estar sola.

No sé que acabo de hacer y porque lo hice.

Tal vez el impulso del momento.

Aún así no pensé que me sentiría así de mal.

Los chicos estaban siguiéndome.

—¡Arik espéranos! — escuché la voz de Clyre.

—¡Necesito estar sola! — les dije lo suficientemente fuerte para que dejaran de seguirme.

Caminé más rápido y tomé otro camino.

No vi más a los chicos, entonces caminé más despacio.

La expresión de Xander era de decepción al saber lo que sucedió.

La recuerdo perfectamente.

No podía ni mirarlo cuando estaba frente a mi.

¿Qué le importaba?

Estaba enojado conmigo, no tenía porque mirarme así.

Después de caminar durante casi media hora sola, llegué a casa y Aron estaba en el porche.

—Ey, ¿Estás bien? — me preguntó.

Me senté junto a él y dejé mi cabeza en su hombro.

—Sí, sólo necesitaba asimila lo que sucedió — mentí.

Él asintió.

—Sé que no estoy ayudando en nada diciéndotelo, pero todos se dieron cuenta, sabes como son todos cuando se hace un rumor — me comentó.

—Es que no es un rumor. Sí pasó, no sé porque tiene que hacer un escándalo por algo así — lo miré.

—Sabes como es, sólo quiero que no te afecte demasiado lo que digan, porque también sé como eres de sensible…

—Me han molestado antes, que lo hagan ahora no habrá gran diferencia, puedo manejarlo — le aseguré con una leve sonrisa.

Tengo que poder manejarlo.

Él asintió, pero pensativo. Luego suspiró y se levantó.

—Entremos, ya es tarde — me dijo él.

—Bien…— me levanté — Por favor no le digas nada de esto a mamá.

—Está bien — asintió.
Ambos entramos en silencio.

Mamá estaba en el sillón esperándonos.

—Hola, ¿Les fue bien? — nos sonrió levantándose.

—Sí, fue divertido — sonreí.

Aron asintió.

—Bueno, los estaba esperando para poder dormir — ríe leve — Vamos es muy tarde.

Sólo un juego#1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora