Capítulo 40

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Verano. (Junio)

Los últimos meses han sido interesantes, Xander y yo casi no discutimos. Clyre y Aron están más unidos, pero aún no son nada más allá de ser amigos.

Nate siempre está con nosotros, aunque esté solo, no le importa o incómoda. Él aún sigue siendo tímido, pero al menos sale más de su casa. Estuve cuidado de su hermana la última semana, así tengo algo de dinero para ahorrar.

He estado yendo menos a las terapias porque según la psiquiatra estaba mejorando.

La verdad me sentía bien.

Quiero estarlo para no preocupar a Xander ni a los demás.

Hoy nos encontrábamos en la casa de Oliver.

No fue mi elección, pero era el único chico cerca de nuestras casas que tenía piscina en pleno verano y nos invitó.

Era eso o asarse en casa. Además es mejor que estar en una piscina pública.

Lo bueno es que no tengo porque hablar con Leah, últimamente es como si ya no existiera para ella, lo cual es mucho mejor, pero no ha dejado de ser como es.

Mientras Kent, Tucker, Oliver, Aron y Xander estaban sentados en el borde de la piscina hablando. Leah, Becky, Clyre, Nate y yo estábamos tomando algo de sol en las sillas a pocos metros del agua.

Aunque era la única de las chicas sin bikini expuesto. Llevaba puesto un pareo sobre mi traje de baño. Preferiría eso a que todos me vieran.

Después de todo a Xander no le molestaba.

Estábamos pasando la segunda semana de vacaciones.

Las clases habían terminado para los que aprobaron, pero la graduación sería hasta fin de mes.

Estaba emocionada, pero muy nerviosa por la espera de las respuestas de las universidades a las cuales pedí admisión.

—Nate, ¿Cómo puedes usar suéter con este sol? — le preguntó Becky.

Todos volteamos a verlo.

El llevaba puesto su suéter negro, sin el cierre, lo cual dejaba ver sólo su torso descubierto, además de una pantaloneta y lentes de sol.

Se veía lindo así.

—Me molesta el sol — se limitó a responder.

—Okey...¿Ya les llegaron sus cartas de admisión?, a mi no me ha llegado todavía—Becky cambió de tema.

—A mi obviamente me admitieron en todas, hasta tuve que rechazar — alardeó Leah.

—A nadie le importa — murmuré.

—¿Qué? — preguntó ella.

—Nada, a nosotros aún no — respondió Clyre por mi para no hacer problemas.

Leah hizo mala cara, pero no dijo nada. Después miró a los chicos.

—¡Oliver!, Tengo sed, ¿me traes algo de beber? — le preguntó Leah desde donde estaba.

Oliver volteó algo serio.

—No puedo ahora, pero pasa están en el refrigerador — le respondió.

—Ush, cada día me presta menos atención — se levantó enojada y entró en la casa.

—Alguien no tendrá sexo hoy — comentó Nate.

Las demás empezamos a reír.

Él cambió su expresión a nervioso.

—¿Pensé en voz alta? — nos miró.

Sólo un juego#1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora