Capítulo 10

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Habían pasado una semana ocupada, llena de tareas y proyectos en la secundaria, apenas salí con Clyre esos días. Xander estaba evitándome por alguna razón.

He intentado hablar con Nate, pero tampoco he podido verlo, me pregunto si está bien.

Según Clyre mi cabello hacia crecido un poco, pero sé que no es así porque lo veo igual de corto.

Después de las clases estaba en sesión con mi psiquiatra.

La semana pasada no pude asistir de lo ocupada que estaba.

Me hizo las mismas preguntas de todas las sesiones.

Le conté sobre lo que sucedió con Aron esa noche y se alegró mucho, pero tenía la inquietud sobre Patrick, no le dije todo sobre lo que sucedió la última vez que nos vimos, tampoco le dije que era el motivo por la cual había cortado mi cabello.

Ella también se sorprendió.

Estaba sentada en el sillón con las piernas dobladas hacia arriba y dejé mis brazos sobre las mismas, estaba igual de inquieta que antes.

No había podido dormir bien.

—Clyre y Aron han estado muy extraños desde…— señalé mi cabello.

—¿A qué te refieres con extraños? — me miró.

—Son más atentos — me encojo de hombros —Digo no está mal, pero no estoy acostumbrada a tanta atención, seguramente piensan que personas que cortan su cabello repentinamente se van a suicidar o algo así  —reí.

—Las personas que intentan suicidarse pierden el derecho de bromear sobre eso— respondió algo seria.

Deje de reír y miré a otro lado.

—Ellos se preocupan porque alguien con tu historial con el más mínimo cambio es una alerta. No estoy diciendo que todo cambio sea malo, también puede ser algo bueno que hayas hecho eso — me explicó.

—Si lo fue, al principio me arrepentí, pero luego pensé que crecería de nuevo— me encogí de hombros.

—Eso es lo que tienes que pensar siempre, en lo positivo — asiente mientras anota en su libreta y me sonríe.

Podrá escucharse facil, pero claramente no lo es.

—¿Entonces lo de tu cabello no fue por nada en particular?

Negué con la cabeza mintiendo.

Sé que debería decirle, pero quiero olvidarlo.

—Bien, cambiando el tema, ya casi son las dos semanas con el medicamento, ¿Te hace dormir bien?

—Al principio si funcionaron, ahora las tomo y no pasa nada — la miré — Además fueron días ocupados, al menos para mí mente.

—Bien, te recetaré otras, hablaré con tu madre para informarle, la semana que viene podrás empezar a tomarlas— sonrió — Nos vemos en la próxima sesión.

Asentí y me levanté tomando mi mochila.

Había terminado mi sesión.

Me dirigí a la puerta.

—Doctora Thurman…— la miré — ¿Nate Rivers ha venido a las sesiones?

—Sí, de hecho se fue unos minutos antes de que llegaras — me explicó —¿Cómo se conocen?

—Cuidé a su hermana menor una vez — me encojo de hombros — ¿Lo que tiene es muy grave?

Ella me miró con una sonrisa triste.

—Bueno, no puedo dar información de otros pacientes, ¿Por qué quieres saber?

—No lo he visto en clases, pensé que algo le había pasado…

—Entiendo — asintió — La semana que viene ya volverá — respondió.

Asentí y me despedí.

—Espera Arik…

Me volteé para mirarla.

—Quiero pedirte un favor…— se levantó.

—Bien…
Cuando volví a la casa Aron estaba saliendo de su habitación.

—Oh llegaste, voy a la casa de Xander, habrá una fiesta en la casa de Tucker, por si quieres ir — me informó.

—No gracias, no quiero salir hoy, pero espero que se diviertan — sonreí.

—De acuerdo, llegaré tarde — me dijo antes de irse.

Asentí y subí a mi habitación.

Me lancé sobre la cama y busqué el teléfono para escribirle a Clyre.

Viendo los chats me encontré con el de Chase.

El último mensaje que le envié fue una felicitación por su cumpleaños antes de ir a buscarlo.

Decidí eliminar todo lo que tenía de él, las fotos que me enviaba cuando estaba en sus clases de gritara y todos los mensajes.

Luego vi el chat de Patrick.

Han pasado más de tres meses, antes no podía eliminar su chat, simplemente no quería.

Entré en la conversación.

La mayoría eran mensajes exigiendo una explicación concreta de nuestra ruptura.

Otras eran mis llamadas perdidas. Llamadas que siempre hacia con una pequeña esperanza de respuesta, pero nunca pasó.

No puedo creer lo patética que soy.

Borré ese chat definitivamente.

Ya no quiero saber nada.

Iba a escribirle a Clyre, pero no quiero molestarla.

Me quedé acostada sin siquiera cambiarme, no tenía muchos ánimos.

Cerré los ojos intentando dormir…

No logré conciliar el sueño.

Me levanté para salir de la habitación.

Escuché a mi madre llorar y bajé rápido para ver qué sucedía.

Mi madre desconsolada y Aron está abrazándola.

—¿Qué sucede? — me acerqué a ellos

—Es tu culpa…

Miré a mamá.

—Es tu culpa que esto haya pasado — me dijo entre sollozos.

Intenté acercarme a ella, pero Aron ni me dejó.

—Siempre estás estorbando, ojalá tu estuvieras ahí en lugar de papá — habló Aron con el mismo sentimiento sin dejar de abrazar a nuestra madre.

Por alguna razón, solo asiento y me alejo de ellos saliendo de casa.

Es de noche y comienza a llover, no tengo sombrilla así que voy caminando bajo la lluvia y sola sin destino.

—Arik...

Me volteé para ver quién me había llamado. Era él, era papá, tenía las heridas del accidente.

Mis ojos se cristalizaron de nuevo y me acerqué para abrazarlo. Él se mantenía inmóvil.

—Lo siento tanto — susurré — Todos me culpan y ahora no estás con nosotros y no sé que hacer…

Comencé a llorar de nuevo.

—Debí morir contigo…

Me aparté para mirarlo.

—Si deseas venir conmigo puedes hacerlo…

Tomó mi mano y comenzó a caminar.

—Espera.. ¿Qué pasará con mamá y Aron?, ¿Crees que estarán bien?

—Estarán mucho mejor sin alguien que les recuerde lo que sucedió — continuó caminando.

Lo seguí confiada.

—¡ARIK!

Escuché el grito de Xander.

Como saliendo de un trance, noté que nos encontramos en medio de la carretera transitada de autos.

Volteé a ver a papá y él ya no estaba.

Escuché una fuerte bocina de un camión. Quedé cegada con las luces, pero estaba más cerca para ser atropellada…

Desperté de un sobresalto.

Estaba en mi habitación con mi ropa del día, todo había sido un sueño.

Ya había oscurecido bastante, suspiré y revisé mi teléfono para ver la hora. Eran las 11:30 PM.

Genial, ahora no podré volver a dormir.

Lo que me extrañó fue tener varias llamadas perdidas de Aron, además de un mensaje de mamá diciendo que no llegaría esta noche.

A veces somos más liberales con ella cuando tiene que salir a algún lado, trabaja mucho y nos deja salir a nosotros, así que nunca ponemos peros.

Comencé a sentir hambre.

Bajé a la cocina para ver que podía comer.

Cuando voy atravesando la sala escucho ruidos en el refrigerador. El mismo estaba abierto, pensé que era Aron.

—Aron pensé que seguías en la fiesta.

Me acerqué pasando junto a la isla de la cocina.

—¿Xander? — lo miré confundida.

Estaba sentado en el suelo con una botella de vodka a la mitad y comiendo un pastel de hace días que seguramente sacó del refrigerador. Tenía un ojo morado y sus nudillos estaban enrojecidos, además de las mejillas y la nariz llenas de betún de chocolate.

—Hola...— me sonrió.

Su voz estaba un poco extraña.

No sabía cuánto había bebido, pero se ve que está muy ebrio.

Nunca lo había visto así, y menos en una pelea.

—¿Qué haces aquí estando así?, ¿Dónde está Aron?— le pregunté acercándome para quitarle la botella.

Él la dejó tras de si dejando caer el pastel al suelo, haciendo un desastre.

—Es mía — dice y ríe — Y el traidor de tu hermano tal vez se esté ligando a otra chica — ríe de nuevo y toma un poco más de la botella.

Esto no pude ser.

Lo miré con seriedad y le quité la botella de las manos.

—No tomarás más — dejé la botella en la isla — No sé cómo Aron pudo dejarte aquí.

Busqué mi teléfono para llamarlo y salí a la sala.

Al tercer tono respondió.

—Aron ¿Dónde estás?, ¿Por qué Xander está aquí? — pregunté molesta.

—Estoy ocupado…— comenzó a decir — Deja que se quede en el sofá, no pasará nada.

—Aron, está que ni siquiera puede hablar bien, ¿por qué dejaste que viniera solo?

—Estaba molesto, se metió en una pelea y se fue del lugar, cuando salí a buscarlo ya no estaba, regreso en una hora, no dejes que tome nada más.

—Pero…

Era tarde para exigirle que regresará, ya había colgado.

Entro en la cocina para ver a Xander de nuevo.

Estaba recogiendo el pastel y bebiendo otro trago.

—Alexander ya fue suficiente de esto — le quité la botella y me alejé.

—¿Por qué eres tan aburrida? — se quejó arrastrando las palabras — Ya limpié todo.

Miré el suelo y todo el betún estaba en el suelo.

—Necesito llevarte a tu casa, aquí no puedes quedarte así — me crucé de brazos

—No, no, mamá me matará si llego así…

—Pero mírate lo mal que estás — lo señalé.

—Estoy perfectamente bien…— aseguró intentando caminar sin tambalearse para llegar a la puerta y en eso le da una arcada lo cual hace que se cubra la boca.

Temiendo que haga lo que estoy pensando le doy un empujón para que salga de la cocina.

—Ve al baño, corre — le pedí.

No quiero limpiar vómitos.

Él me hace caso y va al baño de arriba encerrándose.

Me da pena que tenga que pasar esto por culpa de Leah.

Busqué mi teléfono de nuevo y busqué en internet las maneras más efectivas de pasar la borrachera.

La primera ya la estaba haciendo ahí dentro.

La segunda era una ducha fría.

Busqué una toalla en la habitación de Aron ye quedé detrás de la puerta del baño.

Habían pasado unos diez minutos y no escuchaba nada adentro.

—¿Xander?, ¿Sigues vivo? — pregunté tocando la puerta.

—Eso creo…— dice aún arrastrando las palabras.

Reí leve.

—Tienes que ducharte — abro un poco la puerta y le doy la toalla.

—No, estoy bien así…

—Te sentirás mejor ya verás, dúchate — le pedí.

Escuché una queja, pero no entendí lo que dijo.

Tomó la toalla.

Cerré la puerta.

—Estaré abajo — le dije antes de alejarme.

Cuando volví a la cocina comencé a limpiar.

La verdad se veía gracioso con todo el pastel en la cara.

Ya, estoy enojada con él, no puedo ser condescendiente en estos momentos.

Después de limpiar habían pasado unos diez minutos más, decidí subir para ver su ya salió del baño.

Al pasar por la puerta estaba abierta, pero Xander no estaba ahí.

Abrí la puerta de la habitación de Aron.

Xander estaba en ropa interior.

—Ay, no , lo siento, lo siento — cerré la puerta de nuevo.

Solo escuché una pequeña risa burlona de su parte.

—Tu si mereces ver…— dijo divertido.

Volteé los ojos.

Que arrogante.

Esperen…¿Dijo que merezco verlo?

Eso me pareció muy raro viniendo de él, pero bueno, está borracho, ¿Qué podía esperar?
Aunque estaba muy molesta por lo que estaba sucediendo, sé que él tiene una razón para estar así.
—Voy a entrar —avisé antes de hacerlo.

Él tenía puesto una pantaloneta azul oscuro. Al menos llevaba algo más que su ropa interior, pero es casi lo mismo.

—Bien, ahora a dormir — le dije mirando a la pared.

No quiero verlo sin camisa de nuevo, aunque es difícil.

Señalé la cama de Aron.

Que mi hermano duerma en el sofá, lo merece por dejarme la carga a mi.

—Pero no tengo sueño…— se queja y se sienta en la cama.

—Actúas como niño de cinco años — me crucé de brazos — Haz lo que quieras entonces.

Lo miré.

Mierda, lo miré.

No tengo porque soportar esto…

«se lo debes»

Suspiré.

—Ya me voy para dejarte solo — doy media vuelta para salir.

—¿Podrías quedarte?, Se buena amiga — hace un puchero.

¿Amiga?

—¿Ahora si soy tu amiga? — levanté una ceja.

—Siempre lo has sido, ¿no?

Eso pensaba yo hasta que él se alejó de mi.

—Debí hacerte caso — baja la mirada.

—¿En qué sentido? — pregunté confundida.

—Sobre Leah — me miró — Ven, siéntate aquí — señala el espacio junto a él.

Volteé los ojos con fastidio.

Me senté a su lado.

Espero se quede dormido pronto, así podré regresar a mi habitación y no salir hasta que sea necesario.

Cuando lo miré de nuevo, el moretón de su ojo se notaba más.

—Peleaste con Oliver, ¿Cierto?

—El imbécil se lo merecía — dice serio — Pero ya no me importa pude desquitarme.

—Xander, tu no eres así…

—Pues cambié, las personas cambian ¿Sabes?, Así como tú cambiaste yo puedo hacerlo — dice enojado, pero luego ríe como si lo que hubiera dicho el mismo fuera divertido.

Definitivamente este necesita dormir ya.

—De acuerdo… ¿Pero no se te ocurrió algo mejor que emborracharte por alguien que no vale la pena?

—Lo dice la chica que no supera a su ex después de tres veces — ríe — digo meses.

—Estamos hablando de ti, no de mi — me crucé de brazos.

—¿Sabes algo?, Si hubiese sabido que Leah me engañaba antes, pude haberte besado en Montreal cuando estuvimos juntos esa noche — ríe — Me hubiese gustado…

¿Escuché bien?

¡¿Xander quería besarme esa noche?!

No, seguro lo está diciendo porque está ebrio.

—Solo lo dices porque estás así, pero mañana volverás a odiarme, lo sé — me encojo de hombros.

—No, ¿Por qué te odiaría?, Si eres Arik…— arrastra sus palabras.

—¿Entonces lo dices de verdad?, ¿Te hubiese gustado besarme?

Él asiente.

—Incluso me gustaría besarte ahora…— me miró.

Oh no… Esto ya ha sido demasiado.

—Estás loco — negué con la cabeza.

Él hace que lo miré y se acerca a mi. Deja su mano en mi mejilla.
¡Va a besarme!

Me aparté antes de que pudiera hacerlo.

No voy a volver a caer.

Tomé su mano y la bajé mi mejilla despacio.

Reí nerviosa.

—Xander, ya es hora de que te duermas — me levanté.

Su expresión era de confusión.

Murmuró algo que no pude entender.

—Creo que no le gusto — murmuró de nuevo.

—¿Qué?

—Sí, que ya voy a dormir  — se recostó en la cama.

—Bien, yo… tengo que irme, espero descanses lo que queda de la noche — le dije rápido y salí de la habitación sin esperar respuesta.

Al entrar a mi habitación cerré la puerta y me quedé tras la misma algo pasmada.

Xander estuvo cerca de besarme.

Sonreí al repetir eso en  mi mente.

Pero eso no puede ser.

La última vez que creí que lo haría solo se burló de mí.

¿Por qué querría besarme?

Ni siquiera le gusto, eso lo ha dejado claro antes, solo no razona bien porque no está en todos sus sentidos.

¿Verdad?

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Holis <3


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