Capítulo 12

169 17 0
                                    

Arik.

La tarde del día siguiente tuve que decirle a Clyre que viniera a mi casa.

Al llegar hice que subiéramos a mi habitación.

Le conté todo lo que sucedió anoche con Xander.

—¿En serio no dejaste que te besara? — preguntó sorprendida.

—Baja la voz, pueden escucharte — me crucé de brazos.

—Mal Arik, mal — negó con la cabeza —Perdiste una oportunidad de hacerlo y olvidar todo.

—No digas eso — me crucé de brazos —Si lo hubiera hecho me sentiría culpable ahora, estaba muy ebrio como para aprovecharme de él así.

—Pero él también lo quería — volteó los ojos — Eres imposible Arik.

—No sabía que hacer, ¿Ok? — me crucé de brazos — Mejor ya no hablemos de eso — hice un gesto exagerado moviendo las manos — Te escribí porque no quiero estar sola con ese par.

Ella asintió comprendiendo.

—Sí, Aron haría un mal tercio entre ustedes, mejor así no tendrá que sufrir solo — sonrió con picardía.

—Nunca dejas de ser una pervertida, ¿no?

—No estoy diciendo nada malo — cambió su sonrisa a una inocente.

Negué con la cabeza y riendo.

—Bien, hay que ir abajo, nos queda el resto de la tarde libre podemos ver películas — sonreí.

—Me parece bien — se levantó de la cama y caminó a la puerta— Tu has las palomitas y yo invitaré a los chicos.

—Cly no…— le pedí.

Ella ya había salido a hablar con ellos.

Ahora todo será incómodo.

Mientras hacía las palomitas estaba rogando mentalmente que no aceptaran quedarse con nosotras.

Estaba pensando muchas cosas.

El porque Xander se comportó así anoche y todo lo que dijo.

Levanté la mirada y él estaba en la puerta mirándome.

¿Cuánto tiempo lleva ahí?

—Ehm…estamos eligiendo la película, ¿Alguna sugerencia?, Por favor que no sea algo raro — me pidió.

Me sentí ofendida, tengo buenas elecciones de cine.

—Mis gustos son películas de culto, no creo que sepas ese concepto— me crucé de brazos mirándolo.

—Para tu información rara, he visto muchas películas de culto, muchas veces, y vamos a ver algunas de Spiderman — me informó.

—¿Entonces para qué pides mi opinión? — lo miré seria.

Él se encogió de hombros.

—Por cierto las palomitas están quemándose.

Miré la olla y si estaba comenzando a oler a quemado.

Ni siquiera puedo hacer unas palomitas bien.

—Veo que debes ver un tutorial de cómo hacer palomitas — se burló cuando las vió.

—No molestes — me crucé de brazos.

—Ya tranquila, seguro algunas se pueden salvar — ríe de nuevo y comienza llenar una de las tazas.

Logramos salvar algunas palomitas y ponerlas en pequeñas tazas, pero no eran suficientes así que solo llenamos una taza mediana.

—Fue tu culpa, me distraje — me excusé.

Sólo un juego#1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora