Capítulo 13

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Ya en la secundaria, estábamos en la hora de almuerzo.

Intenté buscar a Nate d nuevo para hablar con él, pero fue otro día fallido.

Lástima que no puedo encontrarlo aún, no sé dónde se esconde la secundaria no es tan grande.

Volví a la cafetería.

Patrick estaba ahí, quería acercarse para hablar conmigo, pero Clyre tomó mi brazo para buscar donde sentarnos.

-¿Por qué te pierdes a esta hora? - preguntó confundida.

-Solo estoy por ahí aclarando mi mente - mentí encogiéndome de hombros.

Ella me mira con los ojos entrecerrados y se mete una cucharada de puré a la boca.

-¿Qué? - fruncí el ceño.

-A mi no me engañas, pero sé que me dirás después entonces no preguntaré más - se encogió de hombros - ¿No comerás nada?, Ten un pastelito.

-La verdad no tengo hambre - me encojo de hombros -Pero gracias, guardaré el pastelito para más tarde.

Ella asiente y continua comiendo.

-Chicas.... - nos saluda Aron sentándose de la nada con Xander en la mesa.

Nos sobresaltamos por el repentino reencuentro.

Xander aún tenía su ojo morado.

Miré detrás de él y Oliver tenía una bandita en la naríz, además de un moretón en la mejilla.

Estuvo fuerte esa pelea, no sabía que Xander llegaría a eso.

-Oh, que inesperada sorpresa - sonrió Clyre al ver a Aron.

Aron ríe leve.

-¿Qué hacen aquí?- pregunté confundida -Nunca se han sentado con nosotras.

-Pues desde fiesta nadie quería...- comenzó a explicarnos Aron.

Xander lo interrumpió aclarándose la garganta.

-Lo que Aron quiere decir, es que ustedes siempre están solas y queríamos hacerles compañía - nos explicó Xander.

Empezó a comer.

Claro, porque ahora todos les dieron la espalda.

Aron se encogió de hombros y comenzó a hablar con Clyre.

No tenía nada interesante que decir así que me quedé observando mi teléfono. Busqué el perfil de Nate, pero no había nada.

-¿Por qué no comes? - me preguntó Xander.

Lo miré.

-No tengo hambre - me encojo de hombros y vuelvo la vista a mi teléfono.
-Hoy salimos tarde, ten - me regaló su muffin de chocolate.

-Gracias...- dije algo confundida - Pero en serio no tengo hambre.

-Tu te pierdes de este, delicioso e increíble muffin - se encogió de hombros.

Reí leve.

-Necesito un favor - me susurró.

-¿Ahora me pides favores?

-Es uno pequeño - hace un gesto con sus dedos casi juntando el índice con su pulgar.

Suspiré.

«Se lo debes por ayudarte en Montreal»
¿Por qué siempre por agradecimiento o culpa tengo este sentimiento de querer ayudar cuando no me corresponde?

Sólo un juego#1©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora