Cuando llegué a la secundaria estaba evitando la mirada de todos. Un nuevo cambio de apariencia atrae la mirada de todos y eso no me gusta.
Bajé más mi gorro color vino favorito hasta cubrir mis ojos.
-Ari ¿Puedes dejar de preocuparte?, Te ves bien, además las personas no lo notarán - me aseguró.
Levanté mi gorro para mirarla con seriedad.
-Eso lo dices porque a ti te queda bien el cabello corto, a mí no.
-Ya verás que no tienes porque preocuparte - sonrió.
Entramos a la clase y todos nuestros compañeros estaban ahí.
Tucker me miró y sonrió un poco.
-Arik...- me dijo algo sorprendido.
-¿Sí? - pregunté cuando me senté.
-Te ves bien - asintió.
La verdad no me causa ninguna emoción que lo diga.
-Gracias - sonreí leve.
Saqué mi libreta de apuntes.
Miré a Clyre que me sonrió con complicidad por el comentario de Tucker.
Volteé los ojos con fastidio.
Luego recibimos la clase.
Fueron unas largas horas las primeras horas, o al menos así lo sentí.
En los pasillos solo me crucé con mi hermano y nos acompañó hasta la cafetería.
Clyre y él estaban hablando, pero no participé en la conversación, solo me limitaba a asentir para afirmar algo que ella decía.
Ni si quiera voy a preguntar por Xander y del porque no está con mi hermano.
Lo cuál es muy extraño.
Miré a Clyre y ella estaba hablando con normalidad con Aron.Antes recuerdo que él ni le prestaba atención u ella se ponía nerviosa cuando se acercaba.
Últimamente los veo más conversadores.-Te alcanzo en la cafetería - mentí.
Clyre me miró confundida, pero luego asintió y siguió su camino con Aron.
Salí a la cancha de fútbol. Tal vez con suerte pueda encontrarme con Nate.
Me senté debajo de las gradas con las piernas cruzadas y dejé mi mochila sobre las mismas.
Miré a todos lados, pero no había señales de él.
Me quedé ahí esperando por media hora y Nate nunca apareció.
Seguramente había faltado hoy.
Suspiré.
Tomé mi mochila y me levanté.
-¿Desde cuando pensabas decírmelo?- escuché a Xander.
-Desde el momento en el que te convertiste en un aburrimiento - escuché a Leah.
-¿Y crees que fue justo engañarme con uno de mis amigos para salir del aburrimiento? - le preguntó molesto.
-Oliver no quería que lo supieras - mintió.
Quiero salir y decirle a Leah que es una víbora mentirosa.
Oliver si quería decirle, ella fue quien insistió que no.
Lo sé porque los escuché en la fiesta.
«Arik esto no te incumbe»
Es cierto, no me incumbe, pero no puedo dejar de escuchar.
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Sólo un juego#1©
Novela JuvenilArik y Alexander, son adolescentes cuya única cosa en común son sus experiencias poco convencionales en el amor. Un día deciden dejar sus diferencias de lado, y empezar una relación falsa, donde ambos estarán beneficiados, pero también sus propios s...