El día siguiente era sábado.
Todo el día me quedé en mi habitación.
Clyre estaba ocupada con su familia entonces no pude verla.
Mi madre también trabaja fines de semana, entonces tampoco pude hablar con ella en el día.
Aron había salido.
Así que estaba sola y aburrida.
No he hablado con Xander desde ayer, ni siquiera por mensaje.
Estaba apenada por ese beso.
Decidí levantarme para ir a la cocina por algo de agua.—Hasta que despiertas — escuché la voz de Xander en la sala.
Me sobresalté al verlo sentado en el sillón.
—¿Sabías que entrar en casas ajenas es un delito? — me crucé de brazos.
—Tengo una buena razón — me miró, pero luego frunció el ceño — ¿En serio estás en pijama a las tres de la tarde?
—¿A qué viniste además de criticarme?— me crucé de brazos.
—No estoy criticándote — dijo con seriedad — Sólo vine a visitarte porque estamos juntos…— dijo lo suficientemente fuerte mirando hacia las escaleras.
Fruncí el ceño.
—No hay nadie — dije con obviedad.
—Ah bueno — se apoyó en espaldar del sillón con tranquilidad— Vamos a salir.
—¿A dónde y por qué no me avisaste antes?—levanté una ceja.
—Al cine y no tenía nada que hacer…
—¿Y prefieres salir conmigo que hacer algo mejor?
—Peor es nada — se encogió de hombros.
Lo pensé unos segundos.
¿De verdad quiere salir conmigo?
—Iremos solo nosotros o es por una nueva estrategia para que Leah esté celosa?— lo miré.
—Solo quiero salir contigo, ¿Okey? — respondió serio por mis preguntas —¿Iremos o tienes algo mejor que hacer?
Suspiré.
—Bien, solo espera que me cambie — le pedí.
Asintió mirando su teléfono.
Creo que lo molesté con mis preguntas.
Después de ducharme y cambiarme.
Tomé mi bolso y salí de mi habitación.
—Listo — anuncié mientras bajaba las escaleras.
—Genial, la próxima función en media hora y vamos tarde — se levantó y me miró de arriba a abajo.
—¿Qué?, ¿Me veo mal?— fruncí el ceño mirándome también.
—No, así te ves bien — sonrió leve.
Le devolví la sonrisa.
Salimos de casa y en el camino le envié un mensaje a mi mamá para que no se preocupara.
—¿Qué vamos a ver? — miré a Xander.
—Una de romance, no recuerdo bien el nombre — respondió.
—¿Al menos te llamó la atención? — fruncí el ceño.
—Supongo — dice tranquilo.
Llegamos al cine.
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Sólo un juego#1©
Ficção AdolescenteArik y Alexander, son adolescentes cuya única cosa en común son sus experiencias poco convencionales en el amor. Un día deciden dejar sus diferencias de lado, y empezar una relación falsa, donde ambos estarán beneficiados, pero también sus propios s...