POV Azula.
Mis tropas iban en barcos, mientras que observaba desde el dirigible, mirando el horizonte, nuestro enemigo se encontraba en un solo lugar, rodeados por nuestras tropas quienes habían mandado un aviso.
-El Avatar está cerca-
Unas simples palabras que presagiaban todo, ahora que teníamos a un líder de aquella rebelión, no había forma de que escaparan, nuestros barcos arribarían a la costa mas cercana y mis tropas empezarían a quemar el bosque, de esta forma obligarían al Avatar y a su gente a salir, la nueva era de la nación se completaría.
-Nada podrá impedir el pleno reinado de la nación del fuego-
-Si, señor del fuego Azula-
Ahora que todo estaba preparado, solo esperaba la futura batalla y la inminente victoria para nuestra nación, nada y nadie podría...
-¡Nos atacan!-
.
POV Katara.
-Hemos reunido a todos, como se nos solicitó- Una compañera de Suki llego junto con 2 personas.
-¿Qué pasa?-
-Quiero presentarles...Al loto blanco, un grupo que se comprometió a proteger y luchar por el mundo, ayudando al Avatar- Presento a dos hombres, uno con una espada y otro cuyo aspecto daba aires de maestro fuego.
-Ya veo-
-¿Solo 2?-
-Hemos reclutado a maestros, jóvenes y algunos miembros de diversas naciones que pretenden ayudar a acabar con esta guerra- Menciono el hombre de la espada.
-¿Por qué no ayudaron antes?- Pregunto Jet.
-Lo hicimos, al menos se intento cuando llego el eclipse, sin embargo, la ausencia del Avatar se noto en cada uno de nuestros intentos- Menciono el maestro fuego, un leve silencio de por medio.
-Pero, ahora sabemos que está vivo-
-Un miembro de nuestro grupo lo menciono, su nombre era Bumi, antes de caer en combate...dijo que la esperanza yacía en su amigo- ¿Aang? ¿Amigo? Vaya debió vivir muchos años para seguir recordando a Aang, incluso mejor, lucho por el bien mayor.
-...-
-¡Alerta, el enemigo ha traído tropas a las costas cerca de aquí!- 2 guerras Kyoshi llegaron a donde nosotros.
-Se preparan para destruir este lugar-
-¿Qué?- Dije sorprendida.
-Saben que el avatar esta aquí, si destruyen este lugar aseguran que el avatar muera, aun si escapara lo derribarían-
-¿Qué haremos ahora?- Pregunto con nerviosismo.
-Atacar-
-¿Qué?- Miramos a Toph quien había despertado de su largo sueño de casi 2 días.
-Estrategias, planes, y esas cosas aburridas no llevan a nada, lo que vayan a pensar quédense aquí y esperen a morir, los que quieran luchar síganme, quiero derrumbar esas naves- Menciono ella, se coloco una ropa para el combate y se estiro un poco.
-Espera Toph...-
-Aang nos abandonó, se fue en el momento más crítico, no sabemos que fue de el o si en verdad regresara, pero eso no lo sabe el enemigo- Menciono ella, aunque habían pasado unos días desde que Aang se había ido...esperábamos su regreso.
-La noche se acerca-
-Katara, los maestros agua tiene mas fuerza en las noches, eres nuestra única fuente de daño-
-Pero...- Jet me miro con esperanza, sin embargo no era una guerrera, quizás...pude haberlo sido, pero, después de todo...mi hermano tenía razón, no estaba hecha para esto.
-La princesita no parece tener lo necesario para esto, será mejor que se quede atrás-
-No, se que puedes hacer esto Katara, has entrenado aunque sea poco, confió en ti-
-Vamos- Dijo Toph llevando a quienes querían luchar hacia el frente.
.
-POV Jet.
-Esto no puede ser cierto...- Al llegar a la bahía, soldados empezaban a bajar, naves se veían a lo lejos, todo indicaba a que seria una batalla de gran escala.
-No veo que sea para tanto- Menciono Toph en tono de burla.
-Hay un dirigible frente a nosotros- Dije observando la gran nave que se aproximaba.
-¿Enserio?-
-Si- Mencione casi decaído.
-¿Qué dirección?- Pregunto ella.
-Veamos, aquí- Tome su mano la puse en dirección al dirigible.
-Bien-
Ella camino hacia atrás de espalda, dio un golpe fuerte al suelo y la tierra tembló, todos incluso los soldados se alertaron, Toph levanto una gran roca.
-¿Qué...? ¡¿QUÉ?!- Era lo único que podía decir, el simple hecho de ver como aquella piedra iba en dirección al dirigible y como este estaba yendo en picada fue solo asombroso.
Sin embargo los soldados saltaron al agua, Toph junto con las guerreras Kyoshi salieron del bosque y atacaron a todos los soldados de manera sorpresiva, algunos trataron de responder pero Katara atrajo el agua hacia ellos y trato de congelarla, aunque algo torpe estaba luchando. Mas personas estaban llegando hacia nosotros, aliados quienes aunque no eran maestros iba con toda determinación a atacar a los soldados.
Sometieron a varios después del ataque sorpresa de Toph.
Soldados iba cayendo poco a poco, sin embargo cuando el segundo dirigible arribo, Azula... cuyo dirigible fue también golpeado por otra roca de Toph.
Sus soldados eran de elite, atacaron a nuestros aliados sin temor alguno, a pesar del ataque aun no éramos rivales para esta nación.
Sin embargo, la gota que derramo el vaso...fue verlo...Katara al igual que yo...quedamos incrédulos.
POV Katara.
Era el, con uniforme de la nación del fuego, dirigiendo a soldados, aquello aun no cabía en mi cabeza, mi hermano estando del lado que nos arrebato a nuestro madre y padre, siendo el quien atacaba a nuestro ultima fuerza de resistencia.
-Sokka-
La luz de la luna llena ilumino el camino, Sokka estaba en el bando enemigo, que pasaría ahora conmigo, ¿Era esto nuestro destino?
-¡Katara!-
Sokka me había lanzado su bumerang, soldados venían hacia a mí, use el agua del mar para atacándolos, sin embargo el impacto de saber que mi hermano estaba ahí...de aquel lado...hacía que me enojara.
-Siempre estaré contigo hermanita-
Sentí como hervía mi sangre, ¿Sangre? Algo en mi hacia que pudiera sentir aquello, ¿Esto era yo? Enojada por ver a Sokka con ese uniforme, verlo ahí con el enemigo, no sentía tristeza, era una completa ira. Sentí que algo se quebró en mi cabeza. Solo pude decir una cosa antes de que alzara mis manos.
-¡TRAIDOR!-
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Olvidado
Fanfiction(What If...?) Hace mucho tiempo las 4 naciones Vivian en armonía, pero todo cambio cuando la nación del fuego ataco. Solo el avatar maestro de los 4 elementos podría detenerlos...pero cuando el mundo más lo necesitaba...desapareció. 100 años han pas...