Capítulo 3: El despertar del último (Parte 2).

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-¡Lo encontramos!- Dos soldados llegaron a la localización, miraron con detenimiento lo que estaba frente a ellos, aunque eran solo 2 no dudaron en que podrían cumplir su misión, hacía unos días que vigilaban aquella área.

-Es solo un barco viejo- Menciono su compañero.

-Pero aquí es donde se oculta- Dijo emocionado.

-¿Seguro?-

-He venido siguiendo al ex general Iroh, aquí oculta al desterrado príncipe Zuko- Respondió el soldado.

-Bien, capturémoslo y llevemos con Azula- Su compañero tomo su arma y golpeo el barco.

-Señor del fuego, aunque suene mal- Dijo el soldado.

Al entrar el lugar estaba oscuro, se iluminaron con algo de fuego y caminaron buscando al desterrado príncipe Zuko.

-¿Qué es eso?- Se quedaron mirando un rostro que exageraba sus dientes, su rostro era azul.

-¡El espíritu Azul!- Fueron atacados por aquel espectro, usado su fuego control trataron de derribarlo pero era el fuego pasaba traspasando al espíritu quien con 2 espadas derribo a los soldados sin ningún problema.

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POV Iroh.

-Tranquilo, tu amigo está en mal estado, pero no puedo llevarlo conmigo a la base, no tengo idea de lo que podrían hacerle, tengo esto para ocultar sus tatuajes, cuídalo regresare pronto- Le coloque una banda en su frente y le puse unas de las ropas de Zuko para que no se vieran sus vestimentas, la criatura lo cubrió entre su pelaje.

-Algo está pasando...-

La criatura gruño, a pesar de eso entendía lo que me decía, la vida de esta persona peligraba, sin embargo sentía que algo estaba pasando en el barco donde se encontraba Zuko.

-Regresare en breve- Me encamine hacia el barco, esperaba que nada malo haya pasado.

Al llegar note que había dos soldados en el suelo, Zuko estaba usando aquella mascara del espíritu Azul, al verme se quitó aquella cosa del rostro.

-Ya no es seguro aquí- Dijo este tirándose al suelo.

-Eso veo-

-¿Qué haremos?- Pregunto algo preocupado, lo pensé por un rato, había un joven muriendo a tan solo unos metros de donde estaba, si mis sospechas eran ciertas aquel niño era quien se convertiría en el mayor problema para la nación del fuego, pero, entregarlo en ese estado no es algo que no iría con mis principios como general, ni como persona.

-Los llevare conmigo, hoy sale un barco con algunas cajas para ser llenadas, hay cambios de guardias, diré que los ataco algún oso perro polar, ponte uno de sus trajes, te llevare a ti y estos soldados- Era un gran plan, Zuko iría como soldado herido y usaría el viejo uniforme para cubrir al niño, estaría seguro en el barco y con medico calificados.

-¿Estás seguro?- Pregunto Zuko.

-Eres mi sobrino, no dejare que mí que tu padre te deje morir en una prisión- Podría pedirle ayuda a él, seguro entendería la situación.

-Si te descubre...- Zuko dijo preocupado.

-No lo hará, te llevare a la base en Ba Sing Se- Mencione con tranquilidad, ahí todo estaba bajo mi mando y por ello no habría ningún problema.

-Mi primo...-

-El a pesar de todo te guarda cariño- Dije refiriéndome a mi hijo Lu Ten.

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