챕터: 67

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Y como se lo había prometido, cada día venía a verlo, venía a ver a Jungkook desde ya hace tres semanas, ya le habían quitado la venda de la cabeza, solo tenía cómo un parche en la cabeza, en la parte de la frente.

Cada tarde después de clases solía hablar con el, aveces le leía, de todo un poco. Le ponía también música que le gusta, pero una que pudiera estar en paz o relajarse. No quisiera que se alterará.

- Kookie, hoy Sunny se puso un poco loca, no se que le pasa. Pero desde que Jung empezó a trabajar en un bar, nos invitó. Dijo que en encuento despiertes íbamos, para celebrar.

~ Ya quiero que despiertes, necesito que veas cómo de poco a poco, mi vientre va creciendo, está enorme. Más que eso, no se parece que tengo un balón en lugar de panza de embarazada.

Empece a reír como loca, pero esa risa fue apagándose, y lentamente se fue convirtiendo en un llanto, pero uno silencioso. Tome su mano, como cada vez que estaba junto a el. Aveces lo sentía un poco frio, como ahora y eso me asustaba. Empezaba a darle calor a sus manos para que estuvieran como siempre, calidad, porque así me gustan. Porque así es el.

Cálido.

No sé cuánto tiempo estuve así, y cuánto tiempo paso en el que le di calor a su otra mano, pero sentí que cada minuto era tan corto, que no un minuto pasaba. La puerta se abre y de ahí sale dos cuerpos altos y fornidos. Jin y Namjoon, mi pareja favorita, que no me escuche Suni, porque sino se ponía histérica.

- Pequeña - se acerca Jin con una sonrisa y me abraza tan fuerte que creo que me va romper.

- Jin, nu me dejas respirar - era difícil hablar, cuando prácticamente aplastaban tu rostro con el pecho de tu mejor amigo.

- Cariño, estás dejando sin aire a T/n.

Jin al escuchar a su novia se aleja para dejar que al fin, mis pulmones puedan respirar.
Con una sonrisa miro a Nam mientras intento regular mi respiración. Dios si que necesitaba, parecía que me quemaban, había respiraciones pausadas. Mire a Jin y lo golpe.

- Loca, porque me golpeas - se queja haciendo sobre salir su labio inferior, mostrando un puchero que a cualquiera le da ternura.

- Porque casi me matas.

Nam como siempre silencioso, sino tuviera a kook, y Jin fuera su novio en mi otra vida estaría detrás de el. Desde esta posición se veía precioso.

- Ya chicos relajense y bajen la voz.

Asentimos y empezamos a discutír más bajo, siempre parecíamos niños chiquitos. Eso le causaba gracia a Nam, como también a Kookie. De tan solo pensar en eso, inmediatamente me quedo callada. Lo extrañaba.

Hubiera preferido que se fuera lejos,
Nam le decía a Jin que se comportará, o no le daría besitos, con ojos llorosos reí. Ya que mi amigo se empezaba a comportar berrinchudo. Sabía que eso lo volvía loco, luego de que hablaran se besaron.

Así pasamos un rato más charlando y recordando momentos con Jungkook, los chicos le hablaban eso me hacía sentir o más bien, me entraba el sentimiento.
Después de unos minutos decidimos marcharnos, al bajar al estacionamiento del hospital nos quedamos conversando, está vez no me traje mi auto. Así que se ofrecieron a llevarme, no quería molestar pero ellos aseguraron que no lo hacía.
Nos subimos al auto y salimos del estacionamiento, empezamos a hablar que poco a poco se acercaba la graduación, no tenía cabeza para eso, yo solo quería que despertara Jungkook. Pero solo era cosa de paciencia, no tardamos en llegar a mi casa, el camino fue demasiado rápido para mí gusto no se en que momento entramos a la villa. Porque recientemente descubrí que era una villa o algo así, o bueno la zona recidencial.

Me baje del auto sin antes despedirme de ellos, prometieron que llamarían para quedar y salir, al entrar a casa escuché algunas voces. Al parecer era mi abuela y mis padres, no se de que hablaban no se escuchaba bien, me fui acercando silenciosamente solo hablan de un viaje, que me haría bien -yo no quería irme- me alejé un poco sin hacer ruido y empecé a caminar haciendo que los tenis hicieran algo de ruido. Entre y guardaron silencio inmediatamente.

- ¿Que sucede? - pregunté una vez que tome asiento.

- Nada que preocuparse cariño - hablo mamá, pero papá enseguida hablo.

- Debemos decirle - confundida fruncí el ceño, pero tenía la ligera sospecha que era sobre el viaje.

- Mira muñequita yo te lo diré - mi abuela habla, toma mis manos y prosigue - Mira mi niña, estoy decidida a irme a vivir a Japón, pero me gustaría que me acompañarás un pequeño viaje, para que tú conozcas mi nueva casa, solo era unos días. No se que piensas cariño.

El silencio reino en la estancia, no sabía que decir cómo tampoco que pensar, los tres me miraban a la espectativa. No sabía que contestar, pero por lo que escuche es solo unos días, un viaje corto. Aunque no sabía el porque mi abuela quería mudarse, pero entendía que desde que el abuelo murió ya no era la misma. Ella y yo nos habíamos vuelto muy unidas. Acepte. Mi abuela sonrió y no dudo en abrazarme, en envolverme en sus brazos. La calidez su abrazo, rodeaba mi cuerpo como un campo de protección así me lo imaginaba.

Más tarde fuimos a la mesa, comimos un rico salmón mi favorito, las risas nunca faltaron. Me gustaba cuando mi familia estaba unida, cuando no había nada de discusiones, peleas. Cuando todo estaba en paz.

Al día siguiente había hido al hospital, había ido como cada tercer día, no quiero ser tan invasiva aunque esa no es la palabra que utilizaria pero fue la primera que se me vino la mente, bueno también porque no todos los días hay día de visita. Me senté junto a el y con mi móvil puse musica clásica, ya que había leído que eso les estimulaba, además ponerle música fuerte y un género escandaloso les hace daño. Ya que eso le podría traer graves consecuencias, traerlos de un coma de golpe o bueno despertarlos del coma, les provoca graves daños cerebrales como también, al despertar una de sus consecuencias sería con retraso. Le acariciaba su mano, como siempre se sentía calida-tibia, lo mire su piel se veía igual de limpia como siempre, su cabello tenía un rico aroma, era bastante evidente que no tenía mucho que le hicieron su aseo, estuve un largo rato con el platicandole mis planes y todo. Llegó el momento de marcharme, le di un beso en su frente y susurre un -volvere pronto- salí de la habitación saludando al personal ya que pues ya era conocida, por visitar a Jungkook, ayudar en sus cuidados y todo. Me gustaba ayudar y me gusta más el labor de una enfermera, es un tanto cumplicado de entender por todas las funciones de la anatomía, del cuerpo o eso me dijo la enfermera Jeji la que se encarga de Jungkook durante el día.

El no silencio completo de la estancia se vio interrumpido por unos gritos, enfermeros y doctores gritaban que debían llegar pronto al quirófano, pasaron a lado mío, viendo como un pequeño de unos cinco entraba en crisis o eso había escuchado. Entraron al elevador tan aprisa que, ya después solo había quedado el silencio de lo que antes ya estaba. Tomé el ascensor y no tarde en llegar a la Plata baja y luego al estacionamiento, ya que el hospital contaba con un estacionamiento pero se encontraba abajo del mismo y enfrente por supuesto. Me monte en el auto y me puse en marcha, no deje de pensar en el pequeño, me preguntaba que era lo que tenía y que pasaría con el.

Puse un poco de música ya que quería dejar de pensar en ello, porque si seguía en ello, no llegaría en nada. Solo eran preguntas sin respuesta. Solo esperaba que el pequeño saliera con bien del quirófano.



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⏰ Última actualización: Mar 25 ⏰

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Mi Niñero Es El PLAYBOY? - JJK ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora