Mi Niñero Es El PLAYBOY? - JJK ✔️

챕터: 61

Ya estaba lista, me observaba en el espejo, tenía un vestido rosado suelto, me hacía ver cómo siempre y eso me gustaba. Me llegaba unos dedos arriba de la rodilla, lo poco que dejaba ver el vestido, hacia que me viera bien.

Lleve mis manos a mi vientre, me sentía muy emocionada, llena de vida. Es gracioso que ya a pasado tiempo desde que estuve en el hospital, y es que aun me siento como la primera vez, que no me la creía. Pero ya me encontraba acostumbrada a mi nueva yo, ya estaba consciente de mi condición, de mi embarazo.

- ¿En que piensas? - escuche la voz de Jungkook a mis espaldas.

Di un pequeño salto del susto, sentí sus labios rozar mi oído y luego como sus brazos mi cintura, la cual no era tan delgada como se veía. Nos observe a través del espejo, lo observe a el sobretodo, como su cabello cubría parte de su frente. Me di cuenta que llevaba una camisa negra dejando algunos botones abiertos, dejando a la vista un poco de su pecho. Me mordí el labio, empecé a sentir un especie de calorcito recorrer mi cuerpo, no sabia si era bueno o malo. Pero empecé a sentir mareada, Jungkook me tomo con firmeza por la cintura y me hizo dar unos pasos para luego sentarme en la cama.

- ¿Estas bien? - pregunto tomando mi rostro entre sus manos.

No se en que momento cerré los ojos, pero al abrirlos me volví a marear, con su ayuda me acosté en la cama, el también lo hizo. Me abrazaba, pero también mantenía un poco de distancia, solo la necesaria, cuando creí que ya estaba mejor. Abrí los ojos de nuevo, esta vez no sentí ese repentino mareo, mire a Jungkook y le sonreí para que se tranquilizara.

Esperamos unos minutos mas, me ayudo a levantar, no me dejo caminar, así que me cargo llevandome de caballito, fue gracioso y divertido. Cuando estabamos abajo, salimos y me metió al auto, en ningún momento me dejo ayudarlo, el lo hizo todo. Me quito con cuidado las pantuflas de conejito que llevaba puestas, me hizo cosquillas haciendo que soltara fuertes carcajadas, luego me coloco igual con sumo cuidado las converts blancas. Cerro la puerta, abrió la que estaba detrás de mi y dejo mis pantuflas ahí, no tardo en entrar al auto. Con una sonrisa beso mi nariz y encendió el auto, no sabia a donde íbamos, solo me dejaba llevar.

Hicimos de todo un poco, comimos, fuimos a comprar ropa, pero sobretodo nos metimos a las tiendas en las cuales había ropa de bebe. Algunas personas nos miraban, eso hacia que sintiera nerviosa, ansiosa. No me gustaba cuando me miraban tanto.

- No los mires.

- Me hacen sentir incomoda - lo mire.

Jungkook sonrió y me miro, beso mis labios sabiendo la magia que poseían sus besos, la forma en la que me poseían. Me hechizaban.

- Lo se cariño, pero igual siempre lo harán. Como siempre hablaran. Solo ignorarlos, disfrutemos nuestro momento.

Su manera de hablarme, tan paciente y calida, hicieron que sonría. Me trataba con cariño, me hablaba con calma, parecía tan tranquilo, como si nada lo pudiera alterar. Asentí y caminamos, nos detuvimos en varias ocasiones, cuando alguna prenda nos llamaba la atención. Con el vestido verde que le había gustado a Jungkook, si fuera niña o la camisita de cuadros como las que utilizaba el, todo estaba bonito. Las pijamas, los baberos, zapatos y mas. Había una cuna la cual a ambos nos había encantado, era de un blanco muy precioso tenia dorado y encaje, era muy hermoso y deslumbrante.

Ambos habíamos acordado en venir por ella cuando sea el momento, con una sonrisa salimos, caminamos un poco y se me antojo una malteada de fresa con chocolate y crema batida encima, y chispas de chocolate. Cuando se lo conté, el cerro los ojos soltando una pequeña risita, me miro después y con una sonrisa cariñosa asintió.

Me dejo sentada en una banca junto a la fuente, era hermosa y grande, tenia el agua cristalina. Metí mi mano sintiendo lo tibia que estaba, ganas de meter los pies me dieron, pero me las aguante, no estaría bien visto meter los pies. Sobretodo si era un lugar publico, solté una pequeña carcajada, seria muy vergonzoso y gracioso. Mire hacia la tienda de batidos, mire a Jungkook salir con una chica, sentí algo revolverse en mi estomago, no sabia si era el bebe o otra cosa. La chica se tocaba el cabello, luego se mordía el labio. Ya sabia lo que estaba haciendo.

Le estaba coqueteando.

Hice una mueca y me levante, camine a paso calmado donde se encontraban, mire a Jungkook, se notaba incomodo. Sonreí, lo iba a salvar de las garras de aquella gata. Cuando estuve con ellos tome el brazo de Jungkook.

- ¿Porque tardas tanto bebe? - hable un poco melosa.

Luego mire a la chica, la cual me miro sin ninguna expresión, así que le sonreí. Ella sonrió y se marcho.

- Gracias - susurro Jungkook.

Soltó un suspiro y luego sonrió cuando me miro, regresamos a donde anteriormente me encontraba, nos sentamos y empezó a contarme lo que paso. La chica estaba atrás de el esperando su turno para pedir, pero no dejaba de molestarlo y coquetear le, no sabia como alejarla sin ser grosero.

- Pero gracias a ti, me dejo en paz. Mi pequeña heroína.

Reí sintiendo como mis mejillas se volvieron rojizas, me abrazo y beso. Me gustaba tenerlo a mi lado, tener su mano junto a la mía y sobretodo beber un batido, me sentía como aquellas chicas de los doramas cuando tienen su cita perfecta. Siento como si fuera la protagonista, sonreí y disfrute del momento.

Nos terminamos los batidos, tiramos los embaces de plástico en un bote de basura, el mas cercano. Caminabamos y caminabamos mas, al punto de recorrer casi todo el centro comercial, bueno casi, en realidad si lo recorrimos todo, cada tienda. Solo algunas no, no nos llamaban la atención y en otras entrábamos sobretodo en las que vendían cosas de colección. A Jungkook le compre una linda taza de iron man, su favorito entre los vengadores, a mi me compro una taza igual pero con unicornios. Muy bonita.

La noche estaba cayendo al fin. Las farolas del centro comercial se encendían una a una, un precioso espectáculo, podimos ver un poco del atardecer antes de que se metiera completamente y se perdiera en la nada. De la mano caminabamos hacia el estacionamiento, nuestro próximo destino era un restaurante o bueno algún lugar donde comer, mi estomago rugía. Parecía que tenia un par de dragones los cuales exigían comida, no poca, mucha, tenia mucha hambre.

Jungkook como siempre me abrió la puerta, pero le pellizque una nalga haciendo que sus mejillas se tiñeran de rojo, pues no se lo esperaba. No sabia porque lo había echo, aunque podría admitir que tenia un buen trasero, uno bien rendondito y durito. Soltando una risita entre al auto, el cerro la puerta, luego rodeo el auto y se quedo unos minutos afuera, tenia aun sus mejillas sonrojadas. No tardo en entrar y mostrar una pequeña sonrisa.

"Pobre de mi kookie" pensé

Me acerque y le bese las mejillas, luego la nariz y por ultimo sus labios, esos labios que tanto adoraba y amaba besar, esos labios que miles de besos me han besado y me han echo sentir en las nubes. Besaba con amor y ternura sus labios, intentaba transmitir todo mi amor hacia el, y sabia que lo estaba haciendo bien ya que el hacia lo mismo, podía sentir ese amor, esa calidez. Podía sentir como nuestros labios encajaban, parecía que estaban hechos a la medida, encajaban perfectamente como si fueran unas piezas de rompecabezas. El era esa pieza que me complementaba, esa que mi rompecabezas buscaba para estar completa y podría decir que yo lo complementaba, que era su pieza faltan te.

Conducía entre las calles de seul, viendo los edificios y tiendas, todo hermoso bajo las estrellas. No sabia donde íbamos exactamente, aunque no era algo que debiera preocuparme, sabia que el me llevara un lugar tranquilo en donde llenen mi apetito. No tardamos en aparcar el auto cerca del río han, es bello verlo cuando el río tenia sus luces. Me tomo de la mano, pero antes había sacado un la de abrigos ya que empezaba hacer frío, el temía que me enferme así que me coloco y empezamos a caminar.

No tardamos en llegar a nuestro destino, un restaurante cerca del río, era grande, moderno pero muy acogedor. Llamaba la atención, nos miramos y con una sonrisa entramos.