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Llegaste a casa y Gaeul fue la primera en abrazarte.

— ¡Te extrañé muchísimo! —le sonreíste.

Entendías que dijera eso, pues Jongseong ahora estaba más tiempo entrenando y casi no tenía tiempo libre, así que tal vez ella se sentía un poco sola.

— Hola —la abrazaste de regreso.

Tu padre puso una mano en tu hombro, cuando entró detrás de ti.

— _____... Siento mucho todo lo que hice —suspiró—. Tenías razón, ya eres grande y yo me puedo equivocar... Pero mientras tanto sigues siendo mi hija, y no te quiero alejar. Espero me puedas perdonar.

— Gracias por disculparte. No creí que eso pudiera suceder alguna vez...

Le sonreíste ligeramente, él fue a su oficina y Gaeul te tomó de la mano.

— ¿Cómo les fue a Jungwon y Heeseung?

— Genial, los dos cantan y bailan muy bien, pero también hay otras personas muy talentosas, y yo no puedo decidir quién se queda... —suspiraste—. Esta es una gran oportunidad para Jungwon, realmente espero que quede.

Tenías mucho miedo, tu padre siempre era muy estricto y selectivo con las audiciones.

— Le compré algo para que los dos puedan mantenerse en contacto en caso de que él no pueda pasar —te extendió una caja con un teléfono dentro.

Abriste mucho los ojos y sonreíste.

— ¡Genial! —pero borraste tu expresión de emoción—. No me va a dejar dárselo, dirá que es demasiado y no querrá aceptarlo.

— ¿Cómo que no? Yo misma se lo daré, no puede rechazar algo que le da su suegra —tus mejillas se pusieron totalmente rojas y la empujaste ligeramente.

— ¡Madre! —ella comenzó a reír.

Mientras tanto Jungwon estaba con Heeseung en el auto de este, ambos se veían bastante desanimados y preocupados.

¿Realmente habían dado todo de ellos en ese lugar?

— Es todo, seguiré haciendo malabares el resto de mi vida —Jungwon golpeó su cabeza repetidas veces con la ventana del auto—. Jamás podré comprarle algo bonito a _____.

— Oye si tú no pasas, menos yo —suspiró—. Tal vez debería unirme a ti, aunque cuando mi madre se entere me matará —Jungwon rió.

— Hyung... Te agradezco mucho —Heeseung lo miró extrañado.

— ¿Por qué?

— Eres mi primer mejor amigo, entiendo que al principio no te caía bien, pero realmente me alegro de tener a un gran amigo como tú que me apoya en esto.

Heeseung miró hacia la ventana.

Y era que se estaba haciendo un gran esfuerzo para no llorar en ese instante. Puso una mano en su boca y comenzó a golpearse a sí mismo, para ser fuerte.

Jungwon rio un poco.

— Todo es gracias a _____ —dijo aclarando la garganta—. En realidad ella le hizo ver a todos lo genial que puedes llegar a ser... ¿Y sabes qué? También eres mi mejor amigo, malabarista.

Le dio un golpe amistoso en el brazo, sonriendole.

— En serio estoy preocupado... Si no paso... —Heeseung lo interrumpió.

— Si no pasamos, me ocuparé de hacer lo que sea para que no tengas que volver a hacer malabares en la calle, amigo.

— Gracias, hyung.

𝗠𝗮𝗹𝗮𝗯𝗮𝗿𝗶𝘀𝘁𝗮 [𝗝𝘂𝗻𝗴𝘄𝗼𝗻] 𝗙𝗶𝗻𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗱𝗼Donde viven las historias. Descúbrelo ahora