𝗠𝗮𝗹𝗮𝗯𝗮𝗿𝗶𝘀𝘁𝗮 [𝗝𝘂𝗻𝗴𝘄𝗼𝗻] 𝗙𝗶𝗻𝗮𝗹𝗶𝘇𝗮𝗱𝗼

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— Veamos —Heeseung estaba listo para preparar todo, comenzó a leer la receta—. Añada tres huevos.

Lo hizo tal y como la receta indicó, dejando el huevo dentro con algunos pedazos de la cáscara.

— Pero sólo la clara —su volumen de voz iba bajando al darse cuenta que recién comenzaba y ya lo había hecho mal—. Saben que ya no quiero hacer nada, voy a buscar a mi mamá para que me ayude.

Se quitó el delantal y subió las escaleras enojado llamando a su madre.

Mientras tanto le enseñabas a Jungwon como jugar, pero este parecía confundido, aunque apretando cualquier botón del mando, igual iba ganando.

— ¿¡Qué!? ¿Cómo hiciste ese ataque? —preguntaste sorprendida.

— ¡No tengo idea! —dijo igual de sorprendido que tú.

Inesperadamente él ganó. Celebró para si mismo mientras tu te quejabas.

— ¿A qué hora regresarás a tu casa en la mañana? —te preguntó sonriendo y miraste al piso.

— Pues... —suspiraste—. No creo regresar en un tiempo.

Jungwon abrió mucho los ojos, pareciendo preocupado.

— ¿Por qué? ¿Qué sucedió?

No querías contarle, porque no querías que se sienta mal por ti, pero al mismo tiempo no querías mentirle.

— Le conté todo a mi padre —no hubo necesidad de decir más para que Jungwon entendiera—. Hizo de menos lo que sentía y me puso de opción regresar con Sunghoon o irme... Y bueno, aquí estoy —le sonreíste.

— Lamento que.. —lo interrumpiste.

— Deja de disculparte —tomaste su mano—. Jungwon-ah, soy mayor de edad ¿Si? , lo que pasa no es tu culpa, son mis decisiones. Y lo que decidí es estar contigo sin importar que  —besaste su mejilla.

Te sonrió aún no muy convencido, pero tenías razón. Podías decidir por ti misma lo que quisieras hacer.

— Ahora que lo pienso —dijo algo nervioso—. Aún no te lo he pedido.

— ¿Qué cosa? —lo miraste confundida.

Tomó aire, sintiéndose nervioso de pronto, ¿En realidad era el momento y situación correcta para pedirlo?

— Me preguntaba si... Si tú —respiró profundamente—. ¿Q-quieres ser m-mi...?

— ¡_____! —la madre de Heeseung llegó detrás de ustedes y te pusiste de pie rápidamente.

— Hola, gracias por recibirme en su casa —hiciste una pequeña reverencia y ella negó.

— Quédate cuánto quieras —agradeciste—. Hola, cariño. Soy la mamá de Heeseung.

La señora se presentó amablemente a Jungwon y él hizo una gran reverencia, sintiéndose muy agradecido.

— Un placer conocerla —sonrió ligeramente—. M-me iré por la mañana.

La madre de Heeseung negó.

— Quédate cuánto quieras, ahora iré a ayudar a Hee —ambos asintieron.

— ¿Qué era lo que ibas a decir? —preguntaste a Jungwon.

— Pues... Nada, no —negó rápidamente con una sonrisa—. Juguemos otra vez.

Temía que no fuera el momento indicado para pedírtelo, o tal vez simplemente no querías que te lo pida, muchas dudas comenzaron a pasar por su cabeza.