Capítulo 53

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Entreabro los ojos, incómoda por el rayo de luz que chocaba contra mi rostro empeorando la migraña que taladraba mi cabeza. Con una mueca y el ceño fruncido, me recuesto sobre mi espalda, dejando mi mirada clavada en el techo de madera oscura. Ladeo la cabeza encontrándome con paredes del mismo material del techo, una pequeña mesa de noche y una puerta a unos metros de distancia. 

-¿Dónde estoy? -me pregunto, confundida

Me apoyo de mis codos, soltando un jadeo por la punzada de dolor que recorre diferentes partes de mi cuerpo. Con dificultad y mordiendo mi lengua para evitar proferir algún sonido, me deslizo por la cama hasta llegar a la cabecera y poder recostar mi espalda de ella. Ahora el dolor era más fuerte, haciéndome más consiente de cada uno de mis músculos mientras la migraña aumentaba, logrando que mi vista comenzara a nublarse. 

Trago grueso. Necesitaba recordar, saber en donde me encontraba. Sé que ella había tomado el control, lo que ocurrió en el hospital me había quitado todas mis fuerzas y ella salió a protegernos, lo que me preocupaba era saber que había ocurrido durante ese período de tiempo y exactamente cuanto tiempo estuve “dormida”. Necesitaba calmarme y buscar entre mis recuerdos, que si bien no me darían toda la información, al menos conseguiría alguna pista. Contrario a lo que le ocurre a Alonzo cada que su otra personalidad toma el control, yo no pierdo del todo mis recuerdos, me quedan pequeños fragmentos de lo que ocurrió mientras mi otra personalidad esta al mando. Lo cual puede llegar a ser uno de mis más grandes males o, en este caso, una gran herramienta. 

Realizo ejercicios de respiración para relajarme un poco mientras agudizo mi oído, alerta por si escucho a alguien acercarse. 

Lo último que recuerdo antes de colapsar fue a Alessandro, estábamos discutiendo. 

《…es complicado de explicar y de entender pero estoy vivo, Less -lo escucho murmurar con la desesperación impregnando su voz. Ese apodo, sólo eso hizo falta para que todo a mi alrededor colapsara. 》 

Sacudo la cabeza para alejar ese recuerdo, no quería lidiar con el en estos momentos y me concentro en buscar mi siguiente recuerdo.  

《Estoy corriendo por diferentes pasillos hasta salir por una puerta de vidrio. Siento la brisa chocar contra mi rostro mientras intento recuperar el aliento.》

Masajeo mis sienes intentando aliviar el dolor de cabeza mientras regulo mi respiración a causa de las náuseas que el mismo dolor me estaba provocando. ¿Por qué me dolía tanto el cuerpo?. Abro los ojos con pesadez y tras unos segundos intentado adaptarme a la luz, bajo la mirada y lo que veo incrementa las náuseas. 

Una sabana blanca cubría mis piernas siendo el resto de mi cuerpo tan sólo cubierto por un sostén negro y una colección de hematomas esparcidos en mi pecho, abdomen, brazos…, podía sentir la tela de la braga cubriéndome bajo la sabana pero no era lo suficientemente valiente como para mirar bajo la misma, no sabía con que iba a encontrarme y aunque el dolor en esa zona me daba una idea bastante clara, no quería confirmarlo. Sencillamente, no podía. 

Con manos temblorosas peino mi cabello hacia atrás, soltando un suspiro entrecortado por el nudo que se había creado en mi garganta. Y, aún sin desearlo, me vuelvo a sumergir en mis recuerdos. 

《Sigo en el mismo lugar. Estoy discutiendo con alguien al teléfono pero no soy capaz de entender nada. El recuerdo es borroso y las voces se distorsionan, cuelgo la llamada y empiezo a caminar lejos del hospital luego, nada. 》 

El recuerdo termina justo ahí.  

Suspiro, me estaba comenzando a desesperar. Cierro los ojos de nuevo. 

Destinos Entrelazados (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora