♤PROXIMAMENTE♤

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Podía escuchar el ruido del exterior convertido en eco y susurros dentro de las cuatro paredes en las que me había encerrado, lo ignore mientras intentaba procesar mis siguientes pasos. Me situó frente al espejo, apoyando mis manos sobre el lavado y recorriendo con la mirada mi rostro; las ojeras se marcaban con gran evidencia, la barba de varios días en marcaba mi rostro dándome un aspecto mayor y mis ojos; secos y fríos, sin un atisbo de emoción en ellos. 

-Debes reponerte -murmure con frialdad mientras veía mi reflejo- das pena, ¿Cómo pudiste caer tan bajo? -gruñí. Mis manos temblaban por la ira pero me controle para evitar estallar en medio de mi conocida inestabilidad. 

No, no podía recuperarla a ella pero si podía recuperar mi vida. Luca, era lo único que me quedaba de ella y pensaba tenerlo de vuelta. 

Recordé todo lo que viví en estos cuatro años. El hecho de ir de un país a otro, dejando un rastro de sangre por donde pasaba, evitando que pudiesen dar con mi ubicación, hundiéndome en una depresión que me mataba lentamente. Me aislé de todo y todos,  de lo que alguna vez quise, tuve y goberné. 

Levanto el puño y golpeo con fuerza el espejo, rompiendo el cristal en mil pedazos de los cuales muchos se clavaron en mis nudillos haciéndolos sangrar. La furia me dominó y seguí golpeado lo que quedaba del espejo, lo hice hasta que el marco cayó al piso y la zona se mancho con mi sangre. 

Mi respiración es agitada y mis intentos de apaciguarla parecen no estar funcionando. 

-Debes calmarte, piensa en frío -susurro en un jadeo- todo irá según lo planeado, para estos momentos Alessandro ya debe saber que estoy aquí, él le dirá a Akram y dentro de poco regresare por lo que me pertenece. 

Destinos Entrelazados (En Edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora