Abuso

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Narra Bruno.

Bogotá 2006

Llegamos a la actualidad, mis sobrinos están grandes, Isabela y Dolores pronto comenzarán la universidad; Luisa en su último año de secundaria; Mirabel y Camilo les faltan cuatro años más y por último Antonio quien está en primaria.

Lastimosamente nunca podemos pasar tiempo juntos, lo menos que podemos hacer es vernos en las comidas.

Estando en mi habitación preparándome para trabajar Antonio apareció para abrazarme.

-Tío! Tío! Tío Bruno!-

-No grites, pequeño. Tu madre descansa.-

Acaricié su cabello mientras el niño me miraba feliz.

-Tío Bruno, vas a quedarte conmigo mañana?-

-Lo siento, parcerito no creo que pueda, tengo mucho que hacer mañana. Te prometo que el sábado estaré contigo.-

Me senté en mi cama para ponerme los botines, mis ojos se centraron unos segundos en la decepción de mi sobrino.

-Oh.. siempre dices eso y nunca lo haces..-

No sabía que decirle, estaba apenado. Suspiré tranquilo y le hice señas para que se acercara a mi.

-Mira Toñito, mañana es viernes, te prometo que haré el trabajo necesario para que el sábado juguemos todo el día.-

-Vamos a armar rompecabezas de animales?-

-Todo lo que tú quieras, amor.-

-De acuerdo! Pero no puedes romper una promesa!-

Me abrazó feliz aceptando el trato, mientras escuchaba su linda risita pensaba en cuanto café tendría que beber para estar atento a él todo el sábado.
Se apartó de mi y fue corriendo al cuarto de su madre, terminé de vestirme y fui escaleras abajo.

-Hey tío Bruno! Quédate y veamos la novela.-

Dijo Camilo sentado en el sillón con un platón enorme de arepitas que Julieta había hecho.

-Sabes que debo trabajar, luego quién mantiene a la familia?-

Pregunté burlón acercándome a él para robarle una arepa y de paso acariciar su cabello.

-Ya viejo, me tardé mucho en peinarme!-

-Tranquilo, principito. Solo te muestro afecto.-

-Y no me molesta, solo.. no toques mi pelo.-

Comí la arepa en dos bocados para volver a acariciar el cabello de mi sobrino. Este enfadado volvió a "regañarme".

-Hey! Qué te pasa? Te dije que no!-

-Tranquilo, Milo. Te lo compensaré con masitas.-

-Mmm.. lo acepto, pero estoy ofendido.-

Las masitas de chocolate son las favoritas de esta familia, pero yo siempre las odié por lo empalagosas que son, de todos modos es perfecto para ganarse el cariño de los niñitos.
Me puse el sobretodo y corrí a la salida para irme a la parada del subte.

-Me voy al trabajo, te amo.-

-Yo también.-

Respondió Camilo con la boca llena mientras miraba la televisión, estaba seguro que a ese niño lo iban a castigar por no hacer los deberes.

En la estación me encontré con dos compañeros de trabajo.

-Brunono, cómo le va?-

El que siempre me llama así es Raúl, un tipo algo parecido a Félix lo único diferente sería su altura.
Mientras que el otro hombre que me miró indiferente me saludó con la mano amable, digamos que Marcos no hablaba mucho.

"Dulce Brunito"/Encanto Au/ MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora