Número

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Las cenas eran incómodas, los hermanos no cruzaban palabra alguna, ni siquiera una mirada.
 
-Oye, Toñito.- Habló su tío llamando su atención, el niño queriendo subir las escaleras lo miró; -Quieres jugar conmigo en la nieve?-

-Sí!.. eh.. pero mami me dijo que..-

Bruno estaba confuso, el niño negó con la cabeza y fue directo a su cuarto, el mayor lo miró triste, viendo a Dolores pasar al lado suyo para subir.

-Eh, amor. Qué le pasa a tu hermanito?-

Tomó el hombro de su sobrina pero ella no lo miró;
-No lo sé, tal vez está cansado.-

Se apartó para ir arriba, Bruno tenía claro que Pepa les dijo que lo ignoraran, pero para estar seguro del todo vio a Mirabel con Camilo en la vereda jugando con la nieve junto con Isabela; el mayor abriendo la ventana preguntó;

-Chicos, ustedes me aman, verdad?-

Los tres jóvenes se acercaron algo confundidos, las chicas asintieron con una sonrisa pero Camilo desvió la mirada con un simple "Seh" de parte suya.
Bruno mordió su labio enfadado, cerró la ventana dejando a los niños otra vez, se vieron extrañados.

El menor fue directo a la cocina donde estaban sus hermanas charlando.

-Aquí estaban, qué tan crueles son?-

-Qué estás diciendo?-
Encaró Pepa dejando sus manos en la cintura mostrando el ceño fruncido.

-Por qué les dijiste a tus hijos que me ignoren? Antonio no quiere jugar conmigo y seguro que tú se lo prohibiste.-

-De qué demonios hablas? Yo le dije a Toñito que te deje en paz por que estabas de mal humor. Pero a los otros dos no les dije nada.-

-Y a mi de qué me culpas? Si no hice nada.-

Julieta se unió a la conversación con esa pregunta, Pepa seguía enojada con su hermano. Éste se quedó callado pensando un poco.

-Y qué hay de Camilo, le pregunté si me quería y-

-Te respondió con un "Seh" como siempre hace, sabes que él te ama es solo que le da vergüenza expresarlo. No lo pensaste antes de venir a acusarme de algo que no hice?-

Le creía a su hermana, su ceño fruncido cambió a uno triste, ahora no sabía como pedirle disculpas a las chicas sin sonar como un tonto. Jugó con sus dedos pensando en qué decir, Julieta podía perdonarle pero Pepa quería escucharlo.

-Ya basta, es triste que nos llevemos así. Pasaron cinco días, por qué no podemos olvidar todo y pensar que dentro de unas semanas debemos ir a ver a la ginecóloga?-

Dijo la morena acercando más a sus hermanos menores para abrazarse, pero se resistieron.

-Qué cosa? Cómo pretendes olvidar el tema del violador? Yo no lo pienso olvidar por nada del mundo!- Remarcó Pepa con un tono directo, Bruno suspiró antes de irse de la cocina siendo perseguido por sus hermanas.
-Bruno! No puedes dejarlo así, qué no te importa?!-

-No! No me interesa! No quiero saber nada más de ese hombre, tampoco quiero que te metas en mi vida! Dijiste que no ibas a ayudarme más y yo lo acepto, no te molestaré más con esto. Me encargaré yo sólo y ya no me verán más!-

Fue detenido por el agarre de su hermana mayor, Julieta estaba detrás de Pepa tomándola de los hombros.

-De qué hablas?! No vas a irte a ningún lado, ni mucho menos con esta ventisca que cada noche se pone peor, solo escuchame-

-QUÉ MÁS QUIERES DE MI, MAMÁ?!-

Ese grito tan desgarrador lo obligó a voltear para encarar lo que parecía un recuerdo, su madre sabía que Bruno se esforzaba de más, al decirle que se detuviera para descansar, él simplemente pensaba que su ayuda era inútil.
Al parpadear unas cuantas veces y ver a sus hermanas sorprendidas por sus palabras, Bruno respiraba agitado con sus ojos húmedos, se soltó del agarre de su hermana mayor para así secar con sus mangas el llanto, lo hacía de manera desesperada para que todo se detuviera, dejando su cara marcada.

"Dulce Brunito"/Encanto Au/ MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora