Pensamientos, recuerdos, lamentos

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-Bruno, tómate una cerveza con nosotros! Celebremos que estás de vacaciones, parce!-

Gritó Félix algo ebrio.

-Sshh calla que tus hijos duermen.-

Regañó Pepa molesta con su marido, eran las dos de la mañana y el varón apenas se había tomado tres botellas.

-Pero Pepi, hay que disfrutar un poco la vida! Además, adoro cuando te enfadas conmigo, me encanta que me castigues.-
Mencionó con un tono coqueto y por raro que suene era la primera vez que Pepa se le notaba un fuerte rubor en sus mejillas.

-Cállate la boca, demonios!-

Golpeteó la mesa desesperada por callar al amor de su vida, Félix solo seguía bebiendo mientras reía y tomaba a su mujer de la cintura.
Julieta y Agustín se reían de lo escandalosos que podían ser esos dos con un par de copas.
Mirabel, Camilo y Antonio se habían ido a dormir, por que aunque sea invierno a los dos adolescentes les faltaba una semana más de clases.
Las únicas que se habían quedado con los adultos en la mesa eran Isabela, Dolores y Luisa, las dos mayores bebían algunas copas de champán y Luisa estaba al lado de su tío intentando no dormirse ahí mismo pero le era imposible ya que Bruno le dijo que podía recostarse sobre su hombro mientras él le hacía mimitos, cómo no dormirse así?

-Chicas, por qué no acompañan a Luisa arriba? Ya es tarde.-
Dijo Julieta levantándose de su lugar para llevar algunas copas y platos sucios al fregadero, las jóvenes hicieron caso y como pudieron llevaron a la menor arriba despidiéndose en el camino.

Agustín algo mareado por el vino recostó su cabeza en la mesa dormitando un poco, Félix dejó de besar las manos y brazos de su esposa para acercarse a Bruno y abrazarlo, asustándolo en el proceso.

-Hey, Brunito.. No bebiste nada de lo que te ofrecí, por qué tan cruel con tu cuñado favorito?- Sus palabras se escuchaban cruzadas y desviadas, dignas de un borracho.
Hizo un puchero bastante incómodo de ver pero a Pepa le daba gracia lo patético que se ponía su esposo con el licor.

-Es que.. en unas semanas debo volver al hospital y.. por si acaso no beberé.-
Contestó Bruno intentado zafar del agarre del moreno, pero este se hacía cada vez más fuerte.

-Pero Bruno! Olvida el hospital y diviértete un poco, ten! A beber, vamos!-

Gritó para soltarlo y darle un vaso lleno, Bruno sintió el olor de la birra entrando por sus fosas nasales, mostrando una mueca asqueada que volvió una sonrisa incómoda. 
Bruno lo miró sonriente pero no podía aceptar el trago. Dejó el vaso de lado.

-Oye! Por qué no bebes conmigo? Antes nos divertíamos!-
Félix volvió a abrazar a su cuñado dejando su vaso vacío en la mesa.

-Cuándo fue eso?-

-Cómo que cuándo?... Déjame pensar..-
Se quedó meditando sus pensamientos hasta que una voz ajena los llamó.

-Ay Félix, Félix.- Agustín tapó su boca ocultando un eructo; -Yo sé lo que le gusta a Brunito, él quiere esto.-

Le ofreció una copa de vino importado que Agustín tenía de colección.

-Claro que no! Quién quiere tu asqueroso vino de mil dólares?- Reclamó Félix alejando la copa de Bruno y acercándole el vaso sonriente; -Brunito siempre preferirá lo más simple como yo.-

-Tonterías! Bebe esto Bruno, yo te invito cuñado.-

Agustín parecía educado con su propuesta pero estaba igual de ebrio. Se acercó a sus cuñados para ofrecer nuevamente la copa, Bruno estando en medio no sabía qué hacer con esos dos, si aceptaba a uno, el otro se enfadaría y comenzaría un escándalo, lo que menos quería era eso.

"Dulce Brunito"/Encanto Au/ MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora