"Dulce Brunito"/Encanto Au/ Mpreg

Hay un problema..

Bruno pasó toda la mañana con su pequeño sobrino haciendo muñecos de nieve, pero como había poca nieve en el momento solo pudieron hacer cuatro, Antonio se conformó con eso.

-Hey, tío Bruno! Qué haces despierto a estas horas?-

Volteó para ver que era Luisa, fue hasta ella para abrazarla, feliz aceptó el abrazo levantando a su tío por lo ligero que era.
Entraron a la casa para beber algo caliente, Luisa hablaba con su tío.

-Ya no te duele más la espalda?-

-No querida, solo fue algo de un día.-

-Estuviste quejándote tres días por eso.-
Rió por su comentario mientras tomaba el café que le había servido su madre, Bruno hizo lo mismo.

-Estoy viejo, amor. Algún día entenderás.-

-No me vengas con eso, esa frase es solo para Camilo o Mirabel.-

-Por supuesto.-

Amaba estar con su sobrina, todo iba perfecto pero al oler el café o sentir el amargo sabor se levantó para ir corriendo al baño y vomitar como anteriormente pasaba, alterando a sus sobrinos.

Antonio se quedó en el comedor asustado mientras que Julieta y Luisa estaban ayudando a Bruno, se había fiado demasiado en comer o beber. Julieta comenzaba a sentirse mal por pensar que a lo mejor su comida estaba envenenando a su hermanito, era fuerte y podía retener las lágrimas de desesperación pero Luisa no, le preocupaba ver a su tío tan decaído.

-Qué sucede? Bruno!-

Pepa había aparecido para calmar la situación, echó a las mujeres del baño cerrando la puerta para estar a solas con Bruno, lo mismo de siempre, estuvo a su lado hasta que se le pasara el malestar.

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-Bruno Madrigal, no te tomaste las pastillas!-

Reprochó la pelirroja enojadisima con su hermano mostrando la caja de medicamentos sin abrir, Bruno estaba con la mirada baja sentando en la cama mientras que Julieta estaba al lado suyo abranzándolo.
Cerró la puerta para que nadie interrumpiera pero el griterío igual se escuchaba.

-Yo.. iba a tomarlas.. es que-

-Eres increible! Mira esto, no son tan grandes, no tengas miedo de tragar, agarralas y tómalas con agua, vamos!-

Gritó abriendo la cajita sacando unas dos pastillas, arrodillada se acercó a su hermano para dejarlas en su mano junto con una botella de agua, se quedó mirándolo a ver su reacción, si haría caso a su palabra.

-Pepa.. perdón..-

-Nada de eso, te tomas las pastillas o te obligaré.-

-Pepa!- Reprochó Julieta abrazando más a su hermano.

-Oh por favor, Julieta! No puedes protegerlo todo el tiempo!-

-Y tú no puedes tratarlo así! Es tu hermano!-

-Y por esa razón debo cuidar de él! Por que es mi hermano, él me prometió que las tomaría para curarse y no puede hacer una sola cosa que se propone!-

-Cómo puedes decir eso, Pepa?!-

Bruno silencioso escuchaba la pelea de sus hermanas, las dos se levantaron y comenzaron a gritarse más fuerte, el varón levantó la mirada unos segundos. Apretó la mano que tenía las pastillas, rápido las escondió bajo la almohada para así luego tomar el agua haciendo creer que se las había tragado.

Llamó la atención de las chicas unos segundos, lo miraron confusas al notar que se acababa el agua de la botella.

-Ya está, contenta?-