Sospechamos?

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Mirabel estaba en su cuarto tejiendo sentada en su cama mientras escuchaba la patética melancolía de su primo recostado en la cama de Luisa.

-Te quiere más a ti que a mi. No lo entiendo, qué le hice para que ya no quiera estar conmigo?-

-Ya cállate, él nos quiere a todos por igual, no te pongas en el papel de novia desesperada, es extraño.-

Reprochó la menor intentado tejer con nuevas agujas que al final no había sido castigada ni mucho menos por haber llevado una rota, al explicar con quién vivía fue perdonada.

-No actúo como novia loca o algo así, solo quiero un poco de su atención y ya! Como era antes..-

-Antes de que naciera Antonio?-

-... sí.. tal vez.-

-Qué malo eres, se lo voy a decir.-
Mencionó con una sonrisa maliciosa, lo escuchó quejarse.
El varón abrió los ojos de repente para luego sentarse en la cama de su prima mayor y hablar serio con Mirabel.

-Oye.. Tú.. no pasas ese tiempo con él junto a las demás, verdad?-

-Pues no. Pero no me molesta como a ti..-

Dijo mostrando ceño fruncido, borrando su sonrisa de antes. Camilo arqueó una ceja;

-Segura?-

-Sí, no me molesta en absoluto que ellas salgan y no me quieran decir a dónde; o que no me muestren lo que fueron a comprar; o no pueda ser participe de esas charlas en las que a veces los veo sonreír y disfrutar a consta mía.. Digo.. nuestra..-

Se notaba triste, Camilo rascó su nuca incomodo, pocas veces la veía así de triste a su prima.

-Qué no te dé pena, admite que también quieres estar con ellos.-

Mirabel suspiró dejando el tejido de lado; -Y si quiero eso, qué? Nunca nos van a permitir hacer nada por que no somos importantes para ellos en las charlas. No nos tomaran en cuenta hasta que seamos mayores como para beber o conducir.-

-Yo no pienso quedarme apartado de mi propia familia, no sé si me entiendes.-

-Mejor no digas nada, ok?-
Respondió enojada siguiendo con el tejido a pesar de que ya se había perdido en los puntos.

-Lamento haberlo dicho, eso ya no importa. Escucha Mirabel, tienes razón. Nunca nos tomarán en cuenta hasta que seamos adultos.. o hasta que sepamos qué ocultan.-

Llamó la atención de su prima;

-Qué? Ocultan algo?-

-No lo notaste? Pasó un mes y ya andan todos de risitas escondidas, pero cuando uno de los dos aparece ellos hacen como si nada..-
Camilo se sentó en la misma cama donde estaba su prima para mirarla serio.
-Además.. descubrí algo en el cuarto de nuestro tío, algo que resulta muy extraño. Encontré ropa de bebé en una de las bolsas que trajeron la anterior vez que salieron.-

Mirabel al principio del relato se notaba concentrada pero al escuchar el final lo miró indiferente. Fingió una risa;

-Ah.. Qué divertido Camilo, deja de molestar.-

-Qué? Me escuchaste bien, cierto? Entré al cuarto de nuestro tío y encontré ropa de bebé, no me crees?-
Preguntó frunciendo el ceño;

-Suena tonto, por qué el tío Bruno compraría ropa de bebé? Qué sentido tiene eso? Suena a algo con lo que me molestarías para que entre a su cuarto y meterme en problemas. Ya caí una vez, no caeré dos veces.-

-Qué yo recuerde fueron más.-

-NO ME IMPORTA, deja de fastidiarme.- Gritó alterada sin querer escuchar más tonterías de su primo, lo ignoró enfadada.
Camilo se levantó de la cama para así molesto dejar las manos en su cintura;

"Dulce Brunito"/Encanto Au/ MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora