"Dulce Brunito"/Encanto Au/ Mpreg

Mecedora

Los trillizos estaban fuera del hospital con la mejor de las noticias, Julieta se mantuvo pegada a su hermano para calmar su ansiedad mientras que Pepa hablaba con su marido al teléfono.
Se acercó a sus hermanos cortando la llamada;

-Bueno, Félix me dijo que no podrá venir, les parece si tomamos un taxi? A menos que quieran caminar para calmarse un poco.- Dijo de forma burlona al ver a su hermanito que no paraba de morderse las uñas.

-Vamos, Brunito. Compremos masitas para celebrar esto.-

Respondió Julieta besando su mejilla, Bruno se apartó de la mujer limpiando el beso marcado.

-Están conscientes de lo que pasó ahí dentro, verdad?! Crees que las masitas arreglarán algo?-

Preguntó levantando la voz;

-Pues.. Te gustan, cierto?-

Pepa interrumpió la charla de los morenos para abrazar a Bruno otra vez.

-Bruno, vamos. No te enfades, deberías estar contento.. no, Contentísimo por las buenas nuevas! Saliste con premio doble!-

El menor tomó los hombros de su hermana para mirarla con temor;
-Pepa! Pepa! Esto es serio! Qué voy a hacer yo con dos bebés?!.. Digo.. me estaba preparando mentalmente para uno.. PERO DOS?!-

Pepa puso su dedo indice en los labios del menor para callarlo. Lo miró sonriente;

-Brunito, ya sé que será complicado pero estamos aquí contigo y te vamos a ayudar así como tú lo hiciste hace tiempo. Debes mantener la calma.-

-Es verdad, Bruno. Haz sido bendecido con dos criaturas, eso significa que mereces toda la felicidad del mundo, no puedes estar preocupado ahora sabiendo que no estarás sólo.-

Julieta se unió a la charla, tomó la mano de su hermanito tiernamente como siempre hacía, se miraron unos segundos, el menor no pudo con las miradas de sus hermanas mayores, dirigió la vista al suelo apenado.

-No estoy enfadado.. ni nada.. es que me shockeó..- Esbozó una pequeña risita; -Ni siquiera pensé en ningún nombre aún.. qué haré ahora?-

"Qué haré ahora?"
Esa era la pregunta que más rodaba por su mente, no podía dejar ir tantos pensamientos, Bruno siempre fue de enfocarse en lo que pasaría en el futuro, si suponía algo lo estaría preparando, pero esta vez estaba en blanco.

-Si quieres.. podemos pensarlo en el camino a casita.-

Respondió Pepa abrazándose al brazo del varón, Julieta hizo lo mismo. Bruno no dijo nada, les sonrió y caminaron con una fuerte emoción que cada uno sentía en su pecho, el retumbar de sus corazones eran igual de fuertes y rápidos, estaban felices y preocupados por el futuro de la familia, tal vez suene muy exagerado, pero dos bebés es tarea complicada.

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-No puedes comer tanto de eso, la doctora te dio una dieta con variados alimentos.. Me estás escuchando?-

Habían llegado a casita siendo recibidos por sus sobrinas mayores y Antonio, Bruno y el pequeño se sentaron en la mesa para comer las masitas que habían comprado mientras que el tío era regañado por Julieta por su mala alimentación, llegaba Luisa de sus clases de Taekwondo con sus ropas mojadas por el sudor.

-Qué bueno que llegaste, cariño. Necesitamos hablar ahora.-
Dijo Julieta a su hija recién llegada, antes de ir al baño para ducharse le hizo caso a su madre y fue con las demás a la mesa para escuchar, pensó que sería algo malo.

Pepa sentó al niño en sus piernas para poder hablar mejor. Isabela estaba ansiosa saltando en su silla para así ir a mostrar que tenía algo para su tío.