Aún lo sufres?

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Bruno le confesó todo a Agustín sobre Mariano.

Después de que Julieta le curara algunas heridas, el varón pidió hablar íntimamente con su cuñado en su oficina, al estar ahí Bruno le contó todo lo que vivió desde un principio con ese muchacho, el más alto estaba molesto, se notaba un semblante aterrador.
Ahora sumando lo que pasó recientemente con él, Agustín estaba preocupadísimo, tomó una libreta para pedirle a su cuñado detalles de cómo era Mariano así podía hablar con sus amigos en la comisaría.

Bruno bajó la mirada apenado por todo, eso había sido más sencillo de lo que parecía, pero aún sentía el miedo dentro, antes de salir de la oficina de Agustín, tomó su mano y el recién nombrado lo miró confuso;

-Agustín.. Algo más.. no quiero que le digas a tus amigos sobre.. la violación..-

El más alto lo miró triste, éste dejó el bolígrafo en la mesa para apretar fuerte la mano de Bruno, se miraron fijo.

-Tranquilo, Brunito. Con mostrar como te dejó basta, además esos policías ya tienen algunas pandillas vigiladas, tú quedate tranquilo.. Y no quiero que salgas de casa por lo más sagrado del mundo, ok?-

Bruno asintió con la cabeza rápidamente, se apartaron dejando todo en las manos del más alto, salieron de la oficina buscando a su familia, solo estaba Julieta en el living.
Su marido se acercó a ella para acariciar su hombro, la pobre parecía estar en trance mirando al suelo, al sentir el tacto de su esposo saltó del susto, quedándose de pie en frente de los varones.

Bruno la saludó sonriente levantando leve su manito, ella con varias lágrimas saliendo fue con su hermano para abrazarlo fuertemente. Agustín suspiró calmado, ya tenía suficiente para dejar en la comisaría.
El menor acarició el cabello de su hermana susurrando que sus bebés estaban bien, eso le afecto más a la mujer para seguir llorando de la preocupación y al mismo tiempo de la calma.

No sentía apetito, no quiso beber nada, se mostró sonriente y pacífico ante su familia, los niños le preguntaron de todo y Mirabel sentía la misma culpa que había perdido hace unas horas, el único que no entendía nada era Antonio que había despertado asustado por los gritos de su hermano al llorar.

Bruno fue a su cuarto para recostarse y dormir un poco, pero no podía, era obvio que no. Quién podría dormir en un momento así? Casi muere hoy y estaba claro que tendría pesadillas con eso, sabe que no debe caer en la tristeza como pasó hace meses pero no podía evitarlo.
Su mirada directo al techo se desvió a la puerta al escuchar suaves golpes que parecían inseguros.

-Pasa.- Se escuchó del mayor, la puerta se abrió y Camilo se encontraba detrás.

Su tío sonrió al verle, sentándose en el colchón, Camilo entró al cuarto silencioso para cerrar la puerta y caminar a donde estaba Bruno, sus ojos fueron directo al suelo preocupado, se sentó al lado de su tío y recostó su cabeza en el hombro ajeno, el mayor no dijo nada al igual que el otro, era muy raro verlo así, sabiendo que cuando Camilo aparecía la fiesta comenzaba.

-Oiga, qué le pasa?-
 Preguntó Bruno sonriente mirando a su sobrino de lado.

-Nada.. sólo quería ver si estabas llorando o algo.- El muchacho suspiró; -Lamento no haber estado ahí para cuidarte.-

-Camilo, no digas eso, no hace falta que te disculpes si no es tu culpa, de nadie lo es. Fue mía, me pasa por haberme separado de los demás.-

-Tío..- Interrumpió el menor sin querer escuchar como se culpaba; -Por qué no pediste ayuda? Tuviste miedo?-

Bruno no respondió nada, suspiró cansado de ese día, ya era de noche y quería intentar dormir un poco aunque sea.
Apartó a su sobrino para así acomodarse en su cama, Camilo solo lo miraba.

"Dulce Brunito"/Encanto Au/ MpregDonde viven las historias. Descúbrelo ahora