CAPÍTULO 25

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Luego de la breve explicación de mi parentesco consanguíneo con Ian y la revelación de que mi gran gusto por el mar proviene de mis descendencias acuáticas, junto con Cain empezó mi entrenamiento intensivo en cuanto a los ojos de a verdad.

— Los ojos de la verdad, un poder visual tan poderoso que si no se manipula correctamente puede terminar en ceguera permanente. Su magia consiste en controlar a cualquier persona, animal o cualquier otro ser viviente y hacer que este haga todo lo que su portador desee— empieza a explicarme Cain mientras lee mi diario— se cree que este poder tuvo origen en la antigua Grecia, siendo uno de los dones de afrodita, con este hipnotizaba a cualquier hombre que estuviera a su alcance. Por ende, el portador o portadora de este poder es poseedor de una inusual belleza atrayente a los ojos de cualquiera— ante lo último estallé en risas.

"¿yo? Una belleza atrayente, sí, como no. Ni yo misma me lo creo"

— ¿A qué se debe su risa, majestad? —pregunta muy seriamente Cain.

— Yo no soy para nada una belleza atrayente, sé que soy bonita, me tengo amor propio claro está, pero no llego a esos niveles, no soy una miss universo.

— Veamos si está en lo cierto— hace ademan de ponerme de pie y me señala un espejo en la pared— ¿qué ve usted? —pregunta al verme en el espejo.

— Pues a mí, Lorelay Gray. Una chica que era común y corriente hasta que descubrió que era la reencarnación de una antigua reina de más de 600 años de edad, lo normal— digo para luego reir, pero Cain seguía serio.

— ¿No ve nada más?

— No— respondo encogiéndome de hombros.

— ¿Y ahora? — me pasa unos lentes antiguos color dorado y los coloca frente a mí para ver a través de ellos. Doy un vistazo y me impresiono al ver una especie de energía morada a mi alrededor.

— ¿Qué es eso? — pregunto al dar un paso atrás por la impresión.

— Es su magia. Esa energía es el campo de atracción, es lo que la hace atrayente a la vista— un "oooh" es lo único que sale de mi boca— ¿nunca le ha pasado que en la escuela o preparatoria los chicos o chicas se le acercaban de manera repentina?

— Bueno...—me pongo a pensar un poco sobre eso y llego a una conclusión— siempre me han dicho que mi personalidad es muy atrayente, que irradio buenas vibras. Bueno, y tampoco te mentiré que he atraído a más de un chico en mi vida, incluso los populares— Cain sonrió de lado.

— A eso es a lo que se refiere ojos de la verdad, una belleza atrayente, no necesariamente debe ser física, la personalidad también influye en ello.

Cain me explicó que mi poder puede ser proyectado hacia otras partes de mi cuerpo además de mis ojos, como mi voz. Mis raíces acuáticas contribuyeron a eso. Por eso, en mi entrenamiento tendré unas cuantas clases con Ian, para afinar los encantos de sirena y con Damon para perfeccionar mi voz.

— Nos vemos mañana a la misma hora, majestad.

— Espero por ello, Cain— termino de ordenar mis cosas y salgo de mi torre.

Debido a que tengo unos cuantos minutos libres antes del almuerzo decido irme a recorrer las afueras del castillo.

— Muy bien, si mal no recuerdo, el muelle del lago de la montaña debe estar cruzando estos árboles— veo por última vez el mapa del castillo y voy directo hacia el lugar indicado.

Doy unos cuantos pasos mientras bebo de mi botella de agua, pero detengo mi andar al escuchar una suave melodía, un piano. Me acerco un poco más hacia el lugar de donde proviene la suave música y me detengo al ver bajo un árbol a un pelinegro tocando un piano marrón de madera, este estaba al lado de Cain que solo asentía al compás de la música.

Diarios De La Realeza (Saga de La Luna #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora