Diarios De La Realeza (Saga de La Luna #1)

CAPÍTULO 26 JANE

JANE

Ciudad del Sauce, mi lugar de nacimiento. Pueblo de hombres y mujeres agrícolas en el Estado de Terren. Sede del mayor festival de cultivo en el Estado "El festival de Gaia". Celebrado desde los inicios del antiguo reino y vigente hasta hoy en día, celebrándose cada equinoccio de primavera como inicio de la temporada de cultivos.

Desde muy pequeña siempre me ha gustado la agricultura, y cómo no gustarme si nací en un Estado agrícola.

— Esos tomates se ven muy bien, Jane— comenta mi hermana menor Giana al llegar al huerto de la casa— ¿son para el festival de la semana que viene?

— Gracias, y sí, son para hacer conserva de tomates, para vender en el festival.

— Guárdame algunos para hacer una salsa para mi comida vegana, espero ganarme este año el premio a mejor comida, o al menos a mejor pastel de auyama.

— Eso espero, no estuve cuidando de esas auyamas por tres meses solo por nada— ella solo ríe.

Nunca fuí ni muy buena, ni muy mala sembrando alimentos por mí misma; hasta el año pasado que milagrosamente empezaron a mejorar mis cosechas. Desde ese entonces soy reconocida en todo el pueblo por mis alimentos.

— ¿Vas a la tienda? — pregunta la castaña de ojos verdes al verme levantarme y sacar mis guantes de jardinería de mis manos.

Me acerco al chorro de agua de la manguera y lavo mi cara, luego mi cuello y mis manos. Tomo una pañoleta del bolsillo trasero de mi overol y me seco la cara.

— Sí, ya casi es mi turno de trabajo.

— Iré contigo, mamá y papá están ahí, y no quiero quedarme sola en la casa.

Fuí adentro y me di una ducha, me cambié de ropa y con una camisa nueva me coloqué un lindo overol corto y mis sandalias gladiadoras, una bandana rosada en mi cabello y mi pequeño collar de elefante de vidrio color morado.

— ¿Estás lista? —pregunto a Giana al ya tener mi bicicleta en la entrada. Ella solo asiente y me subo en el asiento y ella en la parte del tubo, pongo nuestros bolsos en la canasta de la bicicleta y emprendo camino a la tienda de mis padres.

— Ojalá y no hayan autos para pasar de largo en la bajada— mi casa queda sobre una zona alta y la tienda de mis padres queda en la parte más baja del pueblo, y en pocas palabras tengo que pasar con la bicicleta por un camino empinado y los frenos del pobre vehículo no son muy buenos— ¿ves el semáforo en rojo?— pregunté a mi hermana.

— Sí, aprovecha la bajada.

— Espero y ningún auto se pase el semáforo— pedaleo un poco más para tener más impulso y en cuestión de una bajada y tres curvas a mucha velocidad debido al impulso logramos llegar a "verdulería y floristería Green".

— Llegan a tiempo— habla mi madre Grace al vernos llegar, nos besa la frente y nos colocamos los delantales para empezar a trabajar— Janie, linda, la señora Díaz vino hace rato preguntando por ese lindo perfume que le diste de probar la otra vez, quiere comprarte un frasco entero y no solo una muestra.

— ¿Cuál perfume? —pregunta Giana— ¿cuál?

— El de vainilla y coco que hizo la semana pasada.

— En vez de estudiar botánica en la universidad, deberías de estudiar cosmetología natural— comenta mi hermana menor mientras rocía agua a las rosas.

— Estudiando botánica también podré hacer cosméticos naturales— digo obvia. Fue muy difícil por elegir entre una de esas dos carreras, pero la botánica fue la elegida.