Diarios De La Realeza (Saga de La Luna #1)

CAPITULO 40 EVAN

—  Más les vale hacer eso rápido si no quieren seguir corriendo después de las flexiones — grita el entrenador mientras junto a mis compañeros seguimos haciendo flexiones como unos locos para no correr otro maldito kilómetro.

El equipo de futbol de la preparatoria está en el campeonato estatal y eso solo significa una cosa "reclutadores para las universidades deportivas" estoy en varios equipos deportivos en la preparatoria, pero me destaco más en el futbol.

—  El entrenamiento terminó — gritó el entrenador luego de sonar su silbato. Todos nos tiramos al piso por el cansancio en los brazos y piernas, además que el inclemente sol de hoy no ayuda.

"por cosas como esta es que a veces no me gusta vivir en Raken"

—  Cada día odio más al entrenador — habla una cabeza rubia que se tira a mi lado en la grama del campo.

—  No entiendo como esta grama sigue verde con este sol tan horrible — cuestiona la otra cabeza rubia a mi otro lado.

—  Cosas de la vida — es lo único que respondo. Me lavo la cara con mi botella de agua y me seco con mi toalla — Markus, Tristan — los llamo — vámonos, mamá debe estar esperándonos — los gemelos se ponen de pie y al tomar nuestras cosas y salir de la preparatoria encontramos a nuestra madre Queensie esperándonos en la camioneta del abuelo. Sobre su cabellera castaña estaba un sombrero de cogollo protegiéndola del sol y en sus ojos verdes sus lentes de lectura.

—  ¿Cómo les fue hoy? — preguntó al vernos.

—  El entrenador dijo que si no hacíamos un buen trabajo pasado mañana nos iba a hacer correr 50 veces la cancha — es lo único que le responde Markus antes de subirse a la única cabina de la camioneta.

Mamá, Tristan y yo nos subimos junto a él y nos fuimos a la granja familiar en la cual vivíamos junto a mis abuelos maternos.

—  ¿Mamá, puedes encender el aire acondicionado solo un ratito? — pide Tristan o más bien suplica.

¾— Esto es ciudad Oasis, no un pueblito de Salen, si lo enciendo se rompe de tanto calor — es lo que responde nuestra nodriza, siempre le responde lo mismo y es cierto.

Al llegar a casa y saludar al abuelo, rápido nos fuimos a dar una ducha para hacer nuestros deberes en la granja.

—  ¿A dónde creen que van? — la voz de nuestro padre Peter nos detiene, mis hermanos menores y yo nos lo quedamos viendo y al encogernos de hombros respondemos al unísono.

—  A trabajar.

—  Eso es obvio, pero ¿a dónde piensan ir al terminar?

"maldición, nos descubrió"

El rubio canoso con cuerpo de leñador y una gruesa barba con mechones canosos se cruzó de brazos esperando por una respuesta por parte de nosotros. Me quedé viendo los pares de ojos verdes de los gemelos, pero estos estaban tan callados como yo así que me puse los pantalones de hermano mayor "por un año y dos meses solamente" y decidí en hablarle con la verdad al gran Peter Ignis.

—  En la ciudad habrá un festival y teníamos pensado ir — respondo calmado.

—  Tienen partido pasado mañana — nos recuerda.

—  Volveremos a la hora que nos digas — empiezo a decirle — además el entrenador dijo que hoy lo hicimos bien y queremos descansar un rato — los gemelos empiezan a asentir en concuerdo conmigo.

—  ¿Con quien irán? — pregunta.

—  Solos — respondo y pone un mano en su barba en pose pensativa.