CAPITULO 38 JENNA

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Los toques en mi puerta no paran así que me pongo de pie y la abro, en mi campo de visión mis padres Nicholas y Olive y mis hermanos menores Locis y Lissie me ven, sus pieles bronceadas contrastan con sus ojos claros, pero es la expresión de sus rostros la que no me gusta "lastima"

—  Les dije que quería estar sola por un momento, ¿no lo entienden? —  les pido ya en casi suplica.

—  Lo que pasó no debe perjudicarte — habla mi madre — ya es momento de que salgas Jenna Louise — me llama por mi nombre completo.

—  Ese muchacho ya está bajo las rejas y cumplirá con muchas horas de servicio comunitario — habla mi padre con molestia en su tono de voz, no le gustaba hablar de él desde lo que pasó — no se volverá a acercar a ti.

—  Eso no me interesa, todo "Rio Grande" sabe que soy una... — no pude terminar de hablar al mi voz quebrarse — no puedo ir a ese desfile de modas y ser un hazme reír, la gente solo me conoce ahora como la pobre Jenna Louise Mind Brown, la pobre chica que confió en un chico y este publicó todo en las redes sociales.

—  Ganaste el concurso de diseñadores jóvenes, no todos los días tienes la oportunidad de ir a la semana de la moda en parís, Jenna — mi hermana menor me reprocha y su gemelo solo asiente.

—  Nadie te conoce ahí, ve y despeja tu mente — mi hermano y madre hablan.

—  No queremos que estés otra semana más encerrada aquí y no disfrutes de lo que amas — culmina mi madre. Yo solo sorbo mis mocos y limpio mis lágrimas.

—  Solo denme tiempo — y cierro la puerta.

—  Tienes dos días para decidir, las confirmaciones de las invitaciones son hasta ese día — dice mi madre a través de la puerta.

Me alejo de la puerta y me voy a mi balcón a llorar, hace menos de tres meses pasó lo que no le desearía a nadie "traición". Por un año y medio estuve saliendo con un chico, Ashton Grand, era el chico más popular de mi institución y yo la más popular, obviamente terminamos juntos, pero mi peor error fue pensar que el saldría del estereotipo de chico vacío; prácticamente le abrí mi corazón y hablé de muchas cosas personales con él, incluyendo mis sueños extraños y la sensación de que tenían que ver con algo más grande, no solo sueños. El muy idiota subió todo a internet y me convertí en una payasa, conversaciones sobre mis sueños, fotos mías desnuda, conversaciones fuera de tono. Gracias a que mi padre es juez en menos de lo que se esperaba lo llevaron tras las rejas, pero eso aún no quitaba la gran vergüenza que sentía en mi interior.

"!deja de llorar maldita sea! ¡Somos unas diosas, no unas pobres ilusas!" — habla la voz en mi cabeza.

"si no vamos a ese desfile le daremos el poder a Ashton de terminarnos"

"hay que darle una lección. Así que mueve ese trasero de gimnasio y empieza a hacer maletas"

Llamé a mis padres y hermanos y les dije que reservaran un vuelo a parís, luego llamé al ama de llaves de la casa y pusimos manos a la obra para empacar mis diseños y mi ropa.

—  ¿Me llamó, señorita? — Margarita asoma la cabeza por la puerta en su traje de limpieza.

—  Si, necesito tu ayuda para armar las maletas.

—  Si, señorita Mind.

Ser hija de un juez y una presentadora retirada de la televisión me ha hecho ser desde muy joven una chica en buena posición, así que con esta oportunidad no dejaré el esfuerzo de mis padres por hacerme avanzar estancado solo por un maldito hombre que no me valoró.

Diarios De La Realeza (Saga de La Luna #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora