CAPITULO 44 ELIOT

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Corro lo más rápido que me dan las piernas ya que estoy llegando muy tarde para mis clases de veterinaria, escucho voces a mi espalda, pero no les presto mucha atención y sigo corriendo, el bus 7 aún no llega, pero hay muchas personas en la parada esperando por él, apenas y serán las 8 de la mañana y ya todo es un caos para mí.

—  ¡Eliot, detente! — pide una voz que reconozco y paro. Volteo mi mirada y me encuentro con la cabellera castaña de mi madre Uriana tratando de mantener su cabello en una cola de caballo — cariño, casi te vas sin tu almuerzo — me acerca una lonchera y me la da.

—  Eliot — veo a quienes llamaron mi nombre de manera muy cansada. Mis hermanos menores.

—  Mamá nos hizo correr para darte tu almuerzo, te fuiste muy rápido — me regaña mi hermanita Umma.

—  Ten tu botella — me entrega una botella en un estuche mi hermano Trevor.

—  Para la próxima ten más cuidado y corre más lento. Te has vuelto muy rápido estos últimos días — me termina de regañar el menor de todos, Erian.

—  Muchas gracias — volteo para ver si el autobús llegó y efectivamente, se estaba acercando a la parada — nos vemos en la noche.

Tomo en autobús y al cabo de media hora me encuentro ya en clases de veterinaria. Desde pequeño los animales siempre han sido mi mayor pasión, papá que es zoólogo y mamá que es rescatista nos han inculcado a mis hermanos y a mí que todos los seres vivos en el planeta importan.

Después de la primera clase que era teórica, junto a mis compañeros nos fuimos al refugio de animales y ayudamos a bañar y alimentar a los animales "hasta que nos los adopten, este será el cariñito que ellos tendrán. No es mucho, pero son tratados como reyes".

Termino de ponerle espuma al Hércules, el gran danés marrón frente a mí y este al verme me lame la cara.

—  Ya te he dicho muchas veces que no me lamas mientras te baño, Hércules — le hablo al perro y este me ve con ojos tristes — recuerda que estoy lleno de espuma y no quiero que te la comas, es toxico para ti — me ve otra vez como si me entendiera y baja la mirada y luego me ladra — ok, pórtate bien y te daré un premio.

— No sabía que te gustaban los animales — pregunta la castaña de cabello corto al lado de su caballo blanco.

Ellos sienten al igual que nosotros, hay que cuidarlos como ellos nos cuidan a nosotros — es lo único que le respondo.

Salgo del recuerdo por sentir una lamida de Hércules y otra vez lo vuelvo a regañar. Luego de mi jornada en el refugio e ir a mi última clase recibo una llamada de mi padre para avisarme que necesitaba ayuda en el zoológico.

—  Es un gusto que vuelvas a llamarme Thomas Woods — le respondo a mi padre y este suspira pesadamente al otro lado de la línea, no le gustaba que lo llamara por su nombre.

—  Es papá, Eliot Sebastian — me llama por mi nombre completo y yo solo me rio — si sales temprano hoy necesito ayuda en el zoológico, Michael se lastimó una mano así que necesito que lo suplas por esta semana — al mencionar eso me emocioné mucho.

—  ¿Entonces seré asistente de operaciones? — pregunto muy contento y mi padre solo me deja a la expectativa.

—  Si te portas bien lo tendré en consideración.

Tomo otro bus hasta llegar al zoológico estadal de Greentown. En la entrada me estaba esperando papá con su uniforme y su bata blanca encima, él era el veterinario del zoológico. Fuimos hasta el área de los casilleros y dejé mis cosas ahí. Siempre visto de ropa marrón y botas de trabajo así que no me cambié de ropa para ir a ayudar. El alto moreno de cabello corto me da una lista y me indica lo que haré.

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⏰ Última actualización: Jun 07 ⏰

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Diarios De La Realeza (Saga de La Luna #1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora