Diarios De La Realeza (Saga de La Luna #1)

CAPÍTULO 9

Toda mi vida me la pasé imaginando como sería mi futura mansión luego de ser una escritora famosa y ganar mucho dinero, pero como ya lo dije, fue solo imaginación, aunque el sueño nunca se iba, siempre e visto mansiones en televisión, o en redes sociales, pero ninguna de ellas se compara a esta.

Entramos y de inmediato una mujer y un hombre de unos cuarenta y tantos con uniformes negros de lo que parecía ser el personal aparecen en nuestro campo de visión.

—Es un placer tenerlos de vuelta, señor y señorita Moonlight— dice la mujer, pude observar mejor que tiene unos cuantos mechones canosos en su cabello rubio, pero no se le notan mucho.

—Gracias, Lorena, se siente bien volver a esta casa— "¿Casa? Querrás decir CASOTA, Cain"— les presentaré a nuestra invitada— me señala con el brazo y yo saludo con la mano— se llama Lorelay y es amiga de Rose, se quedará con nosotros unos cuantos días.

La presentación con los del personal terminó, el hombre se llevó nuestras maletas y la mujer dijo que prepararía un cuarto para mí, Cain le dijo a Rose que me hiciera un tour por la mansión antes de ir a almorzar, de verdad me estoy muriendo de hambre.

La mansión tenía piscina, lugar de parrillas un gran comedor, sala en los dos pisos que tenía, un salón de juegos, el despacho de Cain, una biblioteca y 12 habitaciones con sus respectivos baños.

— Esta mansión es sumamente hermosa, Rose— digo al ver por la ventana que da al jardín con la piscina.

— Gracias, hace muchos años el abuelo la mandó a construir y se encargó personalmente de todos los detalles.

— ¿Cuánto tiempo viviste aquí? —le pregunté cuando llegamos a la sala del segundo piso y nos sentamos en el sofá en L.

— Dos años, aquí terminé la preparatoria.

— Supongo que por estar yendo y viniendo de estado en estado no te dejó quedarte en un solo lugar.

— Sí, era horrible al principio, separarme de mis amigos no me gustó, pero con el tiempo lo acepte ya que pronto seré una guardiana de la profecía— sonrió con mucho entusiasmo.

— ¿Siempre supiste sobre el origen de Cain?

— Sí, desde muy pequeña, y esa fue una de las principales razones de mi aceptación a lo que pasaba.

— Los del personal, por lo que pude escuchar te llamaron señorita Moonlight, creen que eres la hermana menor de Cain, ¿cierto?

— Wao, Lorelay, tus suposiciones son muy buenas-ñ—me felicita.

—Según yo, creo que te estoy bombardeando con muchas preguntas curiosas, lo siento, pero es que se siente muy familiar y cómodo hablar contigo.

— No te preocupes, se siente bien hablar con alguien más además del abuelo o los del personal de cada mansión.

"¿acaso hay mas de estas?"

Estuve a punto de hacerle otra pregunta cuando Lorena, la jefa de amas de llaves, por lo que me dijo Rose, nos indicó que Cain nos estaba esperando en el comedor para la hora del almuerzo, bajamos las escaleras y nos dirigimos al lugar indicado, al igual que esta casa el comedor era gigante, tenía espacio para unas 16 personas, nos sentamos en las sillas, Cain estaba a un extremo; Rose en su lado derecho y yo en el izquierdo, nos trajeron la comida, chuleta, arroz y ensalada de papas con huevo, también varias bebidas y otros alimentos para acompañar el plato principal.

Estaba picando mi chuleta cuando decido voltear hacia la pared frente a Cain, en la parte de arriba se encontraba una pintura de Rose con una linda tiara y un vestido celeste muy hermoso.

—Que linda te ves en esa pintura, Rose—menciono a la pelinegra, ella sonríe y suelta una pequeña risa.

— Esa no soy yo, Lorelay.

— ¿No? ¿Entonces quién es? —me acerco un poco a ella y susurro— acaso ¿también reencarnaste?

— No, nada de eso.

— Ella es Mariana, la abuela de Rose— responde Cain sin vernos al cortar un trozo de pan y comerlo.

— El parecido es impresionante— comento a Cain.

— Sí, los genes se saltan unas cuantas generaciones—dice esta vez Rose.

Terminando de comer el postre, pastel de calabaza con dulce de leche, Cain nos dice que nos limpiemos y bajemos la comida para después ir a su despacho, "creo que ya es el momento de responder a todas mis preguntas".

Me dirigí al que seria mi cuarto por la próxima semana, fuí al baño y lavé mis manos, dientes y cara, al secarme tome mi teléfono y llame a mi madre, aún no le había avisado de que llegué a ciudad perla.

—Hola mamá—respondí el tercer tono— sí, si ya llegué, justo ahora acabamos de almorzar, el hotel es impresionante.

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Tremendo ese hotel ¿No, Lorelay?
Jajaja

Espero y les guste...

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Fecha de borrador 19-04-20

Fecha de publicación 01-09-21