Capítulo 25. Llámame cuando quieras
Liam
¿Eso era antes?
¿Qué quiso decir eso?
¿Ahora ya no siente nada o es que siente algo más?
¿Por qué no me responde?
Diez mensajes y cinco horas después sin respuesta.
Decido que iré a buscarla cuando termine esta clase.
—¿Señor Carter? —Subo la cabeza de la computadora hacia el profesor—. ¿Puede dejar de hacer ese sonido molesto con el pie?
Mi pie queda suspendido en el aire y lo asiento con suavidad en el piso.
Cierro la computadora cuando el profesor da por terminada la clase y salgo trotando para buscar a Lana e irnos hacia la inminente fiesta que nos está esperando.
Dejo las cosas en mi auto y timbro su número esperando que esta vez sí me conteste.
El sonido de una canción de Sinatra suena a unos metros de distancia, busco de donde proviene hasta que encuentro a Lana dirigiéndose hacia mí y saca su celular.
—Hola —dice mirándome y quedándose a metros de mi.
—No sabía que habías puesto a Frank como sonido de llamada.
Encoge los hombros sonriendo.
—No me lo pude quitar de la cabeza desde que tocaste esa canción con el piano.
—¿Por qué no me respondiste en todo el día?
Su sonrisa cae un poco y reanuda el paso hasta que está a mi lado, pero no cuelga la llamada.
—Tuve muchas cosas en la cabeza por ese momento, te las responderé ahora sí lo quieres.
Se retira el teléfono de la oreja, cuelga y lo guarda.
Hago lo mismo segundos después cuando reaccionó a que ella está aquí y el aroma a coco me invade.
—Hola —digo—. ¿Lista para el viaje?
Asiente la cabeza.
—Primero debo ir a ver mi bolso en el dormitorio y podemos irnos.
Señalo el auto para que se suba. Rodea el auto y abre la puerta del copiloto.
—¿Eso era antes? —pronuncio.
Ella sonríe sacudiendo la cabeza hacia los lados. Un poco de su cabello negro queda pegado en el rostro.
—¿No te lo has sacado de la cabeza? No es nada de lo que crees. Es solo que antes de conocerte me gustabas mucho.
—¿Y ahora? —Mi frente fruncida dejará líneas marcadas.
—Y ahora me agradas. —Encoge los hombros—. Eres un lindo amigo.
Entra al auto y yo me quedo parado mirando hacia donde estaba parada.
Muevo la boca hacia los lados digiriendo lo que dijo y no se supone que deba disgustar me eso. Porque somos amigos.
Pero el sonido de esa palabra saliendo de su boca no se sintió como debe sentirse.
Entro al auto, conduzco por el campus hasta su dormitorio y ella sale corriendo diciendo que saldrá enseguida.
Compruebo la hora en el celular para saber que aún estamos a tiempo de llegar.
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Sueños de color púrpura ✔
Teen FictionSegundo libro de la serie "El color perfecto" ❤️ Sinopsis Lana Watson está teniendo la peor mala racha de su vida. Se quedó sin lugar donde vivir, no tiene dinero y tiene un crush con el playboy del campus que no la mira ni dos veces. Esto solo pue...