Capítulo 35. Viviendo el momento
Liam
Bajo las escaleras silbando Coming Home de Leon Bridges, porque tengo buen ánimo, porque estoy de buen genio y tengo ganas de contagiar a todos.
Mi pie toca el último peldaño y si no fuera porque mi peso hace rechinar la madera, me habría dado la vuelta y no hubiese bajado hasta que Leister se fuera de casa.
Últimamente se ha convertido en Hulk, el Hulk furioso que no le puedes ver mal porque ya te está insultando o armando pleito.
Todo en él parece gritar peligro, nada le está yendo bien y algunas noches lo he escuchado discutir con Otoño por el teléfono, que hasta la voz de ella llega hasta mi habitación.
Leister está en la peor mala racha estas semanas y parece que empeora porque dice:
—No tengo dinero para estar pagando lo que falta.
—No te estoy diciendo que pagues, dije que hay que buscar una solución. Carajo Leister, empieza a calmarte porque yo no voy a soportar tu mierda —eleva la voz Taylor y hace callar a Leister, con un regaño que llamo «papito Taylor está enojado».
Doy un paso más y la tabla suena, cierro los ojos de frustración.
Ambos giran las cabezas hacia mi dirección, enviando vibras de «tenemos que hablar».
—Holiwis.
—Tenemos que hablar, hay un problema Liam. —Taylor es el primero en manifestarse y prefiero tratar con él que con el malhumorado que está sentado en una esquina comiendo papitas de una funda que me parece muy familiar.
—¿De dónde conseguiste eso?
—Estaba en una de las gavetas al fondo —responde metiendo casi media funda a la boca.
—Eso es mío. Estaba escondido para que nadie como tú lo viera.
—No guardaste bien.
Maravilloso.
—Liam, céntrate. —Regreso la atención a Taylor que tiene las manos juntas, listo para darme una charla importante—. Necesitamos dinero.
—No les pienso dar nada.
—Cállate por un segundo y escucha. —Hago un gesto de cerrar mi boca con un cerrojo y Taylor parece satisfecho por eso—. Volvamos al tema del dinero. Clark se fue —Leister rechina los dientes, pero no le hago caso— y necesitamos cubrir su pago de la cuota mensual de la casa.
Cielos, cierto.
Me siento a lado de Leister y me como un poco de las papitas que ha dejado.
—¿Qué tienen en mente?
—Un nuevo compañero —responde Leister por Taylor.
Cruzo los brazos sobre el pecho, inclinando el cuerpo hacia atrás. La idea no es mala, eso dejaría las cosas en normalidad con nosotros.
Y no dejaría que yo me haga cargo del pago, porque eso sería lo más seguro que sucedería.
Taylor no tiene dinero y Leister está enfocando el dinero en otra parte.
Un compañero nuevo significa vivir con alguien que no conocemos.
Los cuatro nos conocíamos desde que comenzamos la universidad, fue fácil congeniar con ellos. Aunque todos seamos diferentes, hicimos que funcionara.
Pero alguien nuevo, cuando ya hemos armado nuestra rutina. Alguien que venga a romper con el esquema. Es lo único que nos queda.
—Suena bien —digo después de pensar un momento.
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Sueños de color púrpura ✔
Ficção AdolescenteSegundo libro de la serie "El color perfecto" ❤️ Sinopsis Lana Watson está teniendo la peor mala racha de su vida. Se quedó sin lugar donde vivir, no tiene dinero y tiene un crush con el playboy del campus que no la mira ni dos veces. Esto solo pue...