DANSE MACABRE |Michaeng|

CAPÍTULO VIII: SHERIDAN

Pov Mina

Elizabeth: Mi esposo es un miembro importante de la orden de los nueve ángulos, conocido por los miembros como la ONA, desconocía de ellos hasta que me involucre con él... Ellos son lo horrible que puede existir en el mundo, una secta que venera a Satan, una secta que hace rituales, se alimentan de carne humana, hacen orgías y creen en el nuevo orden mundial... Lo sé, se ve como algo imposible pero...- Tome su mano.

Mina: Estás cosas pasan al mundo, la gente ignora de estás situaciones y dan por hecho de que sino se ven no esta pasando pero yo creo en lo que dices- Ella me dio una media sonrisa- ¿Cómo llegaste aquí?- Volví a preguntar.

Elizabeth: Cuando detectaron que mi pequeña tenía cáncer mi esposo la desprecio, incluso quería ofrecerla en un ritual pidiendo que se le concediera tener un hijo varón sano, con ayuda de la ama de llaves escape de casa y tome el primer vuelo disponible, comencé a pagar el tratamiento de mi hija con lo que tenía de dinero en este país, pero pronto se acabará, no tengo donde llevar a mi hija y mucho menos algo con que pagar sus medicamentos. Ustedes al ofrecerse me dieron esperanza y estoy dispuesta hacer lo que sea para pagar lo que ustedes harán por mi- Mire a Chaeyoung, la única condición que tenía es dar todo sin recibir nada a cambio.

Chaeyoung: Mi esposa y yo nos encargaremos de tu protección e incluso del tratamiento de tu hija, no te pediremos nada a cambio seremos tu apoyo hasta que consigas estabilidad económica. Tu y Leah no volverán a depender de alguien- Tomo mi mano por debajo de la mesa.

Mina: Hablamos un poco del tratamiento de Leah- Le pedi y ella asintió.

Elizabeth: Leah tiene leucemia. Empezó su tratamiento hace tan solo seis meses, ha tenido mejoría según los médicos pero pronto dejaré de tener el dinero suficiente incluso para darle algo que comer, tengo que encontrar un trabajo- Asenti, se que Chaeyoung no le gustaría que involucre alguien más en esta organización, algo en lo que estoy de acuerdo, ellas merecen una vida normal fuera de todo este oscuro mundo.

Mina: Creo que puedo hacer unas llamadas y conseguirte un trabajo digno, algo que te pueda ayudar a pagar renta y comida, algo que cubra sus necesidades. El tratamiento de Leah lo pagaremos nosotras, tu solo debes ser la madre que la apoye. Chaeng tiene razón, creo que puedo asignarte un escolta, alguien que las acompañe a donde quieran ir, puede ser algo peligroso para ustedes estar solas- Ella afirmó moviendo su cabeza con una sonrisa, su mirada se llenaba de lágrimas. Tome un pañuelo de mi bolso, limpie algunas de sus lágrimas que bajaba.

Chaeyoung: Esto es lo que eres Mina, alguien que puede dar esperanza y está vez no tuviste que manchar tus manos- Me dijo susurrando al oído.

Mina: Estarán bien, lo prometo- Tome su mano cerrando de esta forma mi promesa- Después de está comida te llevaré a casa y me harás una lista de lo que necesitan, te las llevaré esa misma noche- Asintió y deje que ella misma se limpiará sus lágrimas.

La cena fue muy amena. La plática era sobre Leah y sus primeros años de vida. Aunque ella trato de darle una vida digna todo este tiempo, el lugar en donde ella vivía no era el más indicado. No puede ser algo fácil tratar de criar a una niña en un lugar donde se le prepara para ser parte de un ritual de vírgenes, en donde se desconoce sus derechos y se le imponen ideas supremacistas.

Chaeyoung: Cariño, me permites un momento tengo que ir al tocador- Asenti mirando como se dirigía hacia el tocador.

Elizabeth: Es una mujer muy buena, tiene valores muy respetables, como los que se le imponen en el ejército- Gire a verla y asenti.

Mina: Chaeyoung fue criada con esos valores, en su familia eran policías- Dije recordando lo que ella me había contado de su crianza. La plática sobre su hija continuo hasta que vi llegar a Kokonoi a mi lado.