Ya había anochecido... y estaba cansado.
Las nuevas heridas no me permitieron dormir todo lo que me gustaría, al girarme me escocían y despertaba.
Bueno, ahora ya era una nueva noche y tenía que ir a clase.
Una sirvienta me quitó el pijama con cuidado haciendo nuevas curas a mis heridas y vendándolas para poder ir a clase.
Esta vez la más fustigada fue mi espalda.
Da igual, solo debía evitar apoyar demasiado mi espalda en el respaldo de la silla.
Una vez estuvo todo listo comencé a vestirme poniéndome primero una camiseta interior de asas blanca para tapar mis vendas bajo el uniforme. Pantalón color crema de pinza, camisa blanca perfectamente planchada y siempre por dentro, cinturón negro, corbata negra con el emblema del instituto bordado en oro, chaleco de punto color crema con una franja blanca y una franja negra en el cuello en V y americana negra con el emblema bordado a la altura del pecho en la izquierda, más los ribetes que alternaban el color blanco y el color crema. Todo perfectamente colocado de arriba a abajo, por último unos calcetines negros y unos mocasines también negros.
Con cuidado peine mi pelo con la ralla al medio de siempre, al ser negro profundo me hacía ver mucho más pálido, cosa que el uniforme tampoco ayudaba, mis ojos también eran pequeños y afilados, así que no se veía mucho que eran castaños claros y no negros.
Supongo que era un chico normal más, con la suerte de haber nacido en una familia muy importante de brujas, pero poco más tenía destacable.
-Hoy tendréis la selección de delegados, espero que consigas el puesto una vez más -Exigió mi madre mientras desayunábamos-. Ya sabes que lo mismo se aplica a tus notas, te quedan dos años para acabar la secundaría y debes de mantenerte en el primer puesto.
Estaba tan cansado de cada nuevo curso escuchar lo mismo.
-Si madre -Acepté con resignación viendo que padre solo asentía a sus palabras.
Siempre asentía y ya está.
Callando cualquier suspiro terminé de desayunar y me puse en pie para que la sirvienta me llevara a clases.
Otro curso más simple teniendo que ser perfecto, sentarme perfecto, sacar notas perfectas y todo lo que mi madre dijera.
Estaba tan cansado... era la segunda semana de clase y sentía que todo me pesaba ya como si fuera fin de curso.
ESTÁS LEYENDO
Control (Yaoi/BL)
FantasyEl alumno perfecto, el hijo perfecto, el brujo perfecto, todo debía ser perfecto en él, Seiji no valía para nada más que ser perfecto. Mismo universo que la trilogía de Trono, Rescate, Home, Sirviente y Solo Tu. (En la historia "Datos random" subo...