XXXVIII

225 30 5
                                        

Caras y más caras, algunas más delgadas y otras más gorditas, con heridas, sin ellas, cicatrices, pircings, todo tipo de pieles, edades y colores de pelo y ojos...

Todos víctimas del mercado nocturno.

Kilian estaba a mi lado intentando ayudarme en lo posible a que al menos mantuviera la compostura, pero cada vez se hacía más difícil.

Cuantas más horas pasaba más sentía que me ahogaba... hasta que reconocí la primera cara.

Pálida y pecosa, con el pelo hecho un nido de pájaros y un moratón en el ojo que vi a mi tío dejarle marcado.

Era el hijo de una sirvienta... después de romper un jarrón sin querer al intentar huir de mi tío desapareció.

No podía respirar... de verdad esto estaba pasando...

Lo había vendido esa misma noche...

–Seiji respira o te vas a desmayar –Intentó intervenir Kilian agarrando el papel.

Pero yo lo apreté más para que no me lo pudiera quitar.

–Lo reconoces, verdad? –Contestó Ehud acercándose por detrás.

Solo fui capaz de asentir con la cabeza dejando que ella si me quitara el papel y Kilian me pegara contra él intentando calmarme.

–Dadle unos minutos de descanso, con esto podemos empezar a trabajar –Ordenó Ehud caminando hacia la puerta.

Yo ya sentía las primeras arcadas comenzar a aparecer haciendo más difícil que mantuviera la compostura.

No iba a vomitar, me medicaba para impedirlo, pero me ahogaba sentir las arcadas y me agobiaba el doble.

–Ya está, ya está, lo has hecho genial –Intentó controlar la situación Kilian tirando de mi para sentarnos en el suelo.

Y me abrazó con fuerza intentando demostrarme que todo estaba bien, que él me protegía... pero el problema no era ese... era mi familia... era que yo vi como a ese niño le dejaban el ojo morado... y solo aparté la mirada hacia otro lado.

Era mi culpa... todo era mi culpa... si estaba muerto sería mi culpa... mi culpa y la de mi familia...

Cuanta gente más habría entre esos papeles que yo reconocería? De cuantas más cosas era culpable? Como podían dormir por el día sin remordimientos?

No se ni cuanto tiempo llore en sus brazos sintiendo que en cualquier momento se me acababa el aire, pero se me hizo eterno... no quería seguir viendo más papeles... quería irme a casa... pero tampoco podía dejarlo así...

–Si no te ves capaz de más podemos hablarlo con mamá –Intentó ser comprensivo Kilian mientras Sheila acariciaba mi pelo.

–Si no lo hago yo no lo hará nadie más –Susurré con debilidad atreviéndome a mirar de nuevo la mesa.

Aún quedaban demasiados papeles...

–Podemos pedir todo el tiempo que necesites, no tienes que forzarte a hacerlo ahora mismo –Añadió Sheila sonriéndome con cariño.

La presidenta de Central lo necesitaba para ya, no era tan fácil...

Me recuperé aún temblando como pude y con ayuda de los dos me puse en pie para volver a sentarme frente a la mesa... no podía más... pero tenía que hacerlo.

–Ya me han dado el justificante para los dos –Comentó Brent entrando en la sala acompañado de una chica de Central.

Pero ella solo cogió todos los papeles que ya estaban revisados y se los llevó dejando solo los que aún no había visto.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora