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No podía tener menos suerte, como si no me hubiera llegado la humillación pública de Kilian frente a todo el instituto, que ahora tenía que tragar a uno de sus amigos.

Por un momento pensé en mandarlo a la mierda e irme sin la lista, pero mi padre necesitaba ya de ya ese ingrediente para un pedido que recogían mañana.

Estaba hasta los cojones de la suerte horrible que tenía.

Aún por encima tuvimos que salir de la zona nocturna para ir a otra en la que nunca había estado, zona rica, y eso nos llevó a una tienda sexual.

-Te diviertes? -Me quejé con cabreo al ver que abría la puerta tan convencido.

-Mucho más de lo que te puedes imaginar -Respondió sonriendo de oreja a oreja.

Y sin cuidado me agarró antes de que pudiera retroceder e irme haciéndome entrar de primero.

-Buenas noches -Saludó una centauro terminando de colocar unas esposas en una vitrina.

Tierra tragarme por lo que más quieras...

-Estamos buscando un ingrediente especial, y como siempre eres mi proveedora de confianza -Bromeó Mo sin miedo alguno acercándose al mostrador.

Trajes sexuales, juguetes de todosnlos tamaños, accesorios para rodas las especies y objetos que no quería ni saber para qué se suponía que se utilizaban.

-Ya sabes que afrodisíacos, drogas, regeneradores y juguetes dañinos necesitas ser mayor de edad para comprarlos -Contestó como si estuviera demasiado acostumbrada a que él estuviera por aquí y haber tenido que decírselo alguna vez.

-Lo se, pero no vengo a por nada de eso -Respondió sacando mi lista de su bolsillo-. Raíz seca de tartar rojo porfi plis.

-Vas a probar a hacer una pócima para emborracharte mañana? -Respondió la mujer retrocediendo unos pasos para abrir un cajón.

-No, prefiero comprarla ta hecha, es para mi amigo -Respondió señalándome a mi.

Y la mujer dejó sobre el mostrador una caja y una cuchara.

-Cuántos gramos? -Preguntó mirándome ahora a mi.

Solo fui capaz de tartamudear rojo como un tomate y con el corazón a mil que eran 10 gramos.

Me temblaban hasta las manos cuando le di el dinero para pagar, y podía ver por el rabillo del ojo como Mo lo estaba disfrutando y trataba de memorizar cada segundo.

Sinvergüenza...

Cuando salimos prácticamente lo mandé a la mierda y comencé a caminar para irme ya a mi casa. No quería volver a verlo nunca más.

-Por ahí no se sale -Se rio haciéndome resoplar con rabia-. Y te vas sin algo importante.

-El que a ver!? -Salté con cabreo mientras él solo se reía más.

Al ver que lo que me enseñaba era mi teléfono me quedé pálido.

Cuando lo había cogido?

-No te preocupes, es que tengo experiencia para conseguir el número de personas guapas -Contestó comenzando un tono de tonteo que me dejó más paralizado todavía.

Cosa que el aprovechó para acercarse y coger mi muñeca.

Desbloqueo mi teléfono con mi huella dactilar sin ningún problema y sin apartar la mirada de mis ojos tecleo algo en mi teléfono antes de llevárselo al oído.

Me había fijado en su existencia por que a veces me miraba cuando venía a por Kilian, nunca le di ninguna importancia, nunca siquiera me pareció que destacara entre el resto... y ahora mismo, de repente, sentía estar tratando con alguien firme con el que no era buena idea pelear o hacerle perder la sonrisa.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora