Control (Yaoi/BL)

XL

Hoy, a parte de Kilian y Seiji, Mo tampoco vino a clase.

Al final esa fue la excusa que utilicé para escribirle un mensaje... pero no respondió.

Habría pasado algo? Me habría gustado poder llamar a Kilian o Seiji para preguntar, pero Seiji no tenía teléfono y no tenía el número de Kilian.

–La cena esta lista –Llamé a mi padre sacando su plato del microondas.

Hasta que mi mano se recuperara estaríamos a comida de mi abuela, aunque a papá le gustaba su comida, era un hecho que claramente cocinaba mejor que yo así que supongo que no era tanto problema.

Como siempre salió de su despacho cargando con la loza de toda la noche para dejarla en la encimera y que yo la pusiera en el lavaplatos.

–Que tal las clases? –Preguntó cogiendo un tenedor mientras que yo ponía el lavaplatos.

Me estaba preguntando por mis clases?

–Como siempre –Respondí encogiendo los hombros.

Seguía con desequilibrios, pero no quería ni hablar de ello... más desde lo que dijo el druida.

No quería que se sintiera culpable por mi problema, nadie tenía la culpa.

–La directora llamó hoy –Soltó de repente parando de fingir que no encontraba un tenedor adecuado.

Creí que el vaso se me caería de las manos al escucharlo.

–El médico del instituto le entregó un informe sobre tu situación médica tras consultar con diferentes especialistas, mañana tendré una reunió con ella –Siguió hablando ninguno de los dos atreviéndose a mirar al otro.

–Mi situación está perfectamente –Murmuré con la mirada clavada en el vaso asegurándome de no soltarlo.

–No es verdad –Negó él con rapidez–. El diario que te mandó escribir la psicóloga hace años esta hecho un desastre, no eres capaz de llevar un control sobre ti mismo.

Él... lo había mirado...

–Por qué miraste entre mis cosas!? –Salté a la defensiva dejando el vaso en la encimera atreviéndome a encararlo.

Le estaba gritando a mi padre... era un inútil incapaz de hablar como alguien civilizado...

–Por qué estoy preocupado! No te comunicas conmigo!

No me comunicaba con nadie... por qué lo único que conseguía era preocupar a todo el mundo...

–No puedes tocar mis cosas! –Insistí sin saber ni que estaba diciendo.

No quería esto... no quería gritar ni que me gritara... no quería sentirme más imbécil...

–La directora me ha llamado Ximo!

Era un inútil... me merecía todo lo malo que me pasaba...

–Mi habitación! Mis cosas! –Insistí en mis gritos llevándome las manos a los oídos.

Solo preocupaba a la gente...

–Ximo! Entiendes la gravedad de la situación!?

Si... pero era un estúpido que no sabe gestionar nada...

–Y TU AHORA TE PREOCUPAS DESPUÉS DE AÑOS SIN SIQUIERA DECIRME BUENAS NOCHES!? –Saltó mi voz aunque yo solo me estuviera colocando como una bola tapando mis oídos.

Mi mente... no se siquiera donde estaba yo en relación a mi cuerpo.

Mi padre no ayudó a la situación... solo me miró como si estuviera viendo a un monstruo y se quedó mudo con mis palabras.