Control (Yaoi/BL)

XXXVII

Cuando al fin sentí que volvía a estar en equilibrio todos me ayudaron a ponerme en pie y salir del despacho de delegados.

Ya había sonado el timbre aunque no lo hubiéramos escuchado, todos los pasillos estaban vacíos.

En parte no conseguía quitarme de la cabeza las palabras del druida... absorbía todo lo de mi entorno, tanto lo bueno como lo malo, y tras la muerte de mamá era imposible que supiera controlarlo.

Nadie nunca me lo había dicho.

Traté de mantener la compostura lo mejor que podía en clase, pero sentía que podía escuchar a la gente cuchichear en todo el instituto sobre lo ocurrido.

Todo constantemente señalaba más mi inutilidad exponiéndola frente a todos.

–Vamos a comer, lo necesitas –Comentó Circe acercándose a mi mesa una vez tocó el timbre.

Aún estaba algo sensible a los sonidos.

–Si, gracias –Afirmé poniéndome en pie viendo que el resto también se acercaban.

–Tienes sueño? –Preguntó Gala algo preocupada comenzando a caminar para salir de clase.

–Me siento cansado, pero no tengo sueño de momento –Suspiré al menos algo más tranquilo al ver que realmente todos habían perdonado lo ocurrido.

–El grupo se hace grande –Comentó Mo añadiéndose a nosotros colocándose a mi lado–. Soy bienvenido, no?

Precisamente del lado donde siempre me chocaba con gente y me agobiaba.

–Claro que si tonto –Respondió Kilian despeinándolo un poco.

Ya había olvidado lo agradable que era ir al comedor cuando no iba solo... se hablaba de cosas sencillas, nos reíamos y mi mente conseguía estar en paz aunque solo fueran unos minutos.

Lo agradecí mucho más de lo que podía explicar con palabras, incluso cuando Mo agarró mi brazo para enlazarlo con el suyo fui incapaz de no sonreírle tranquilo.

Así era perfecto, aunque hicieran comentarios en bajo al vernos, daba igual... me sentía capaz de ignorarlos aunque fuera solo por unos segundos.

Al llegar al comedor Mo y yo fuimos a coger sitio mientras ellos pedían por nosotros.

–Hoy te apetece quedar conmigo en mi club? –Preguntó una vez nos sentamos.

–En que club estás? –Dudé apartando mis rizos para que no se engancharan con el respaldo de la silla.

–En el de debate, este lunes tenemos debate de fidelidad e infidelidad amorosa y sexual –Explicó sacando una goma del pelo de no sabía donde para girarse hacia mi y ayudarme a hacerme una coleta.

–A que adivino, estas en el equipo de la infidelidad –Respondí mientras él aun se peleaba con mi pelo.

–Si, me tocó en ese, pero me habría gustado más estar en el otro –Contestó una vez terminó volviendo a sentarse bien.

–Seguro? –Cuestioné viendo que se reía.

–A ver, mi fama me precede ya lo se, pero creo en la fidelidad, el tema es que creo en la fidelidad 100% solo cuando hay amor de verdad, si no hay amor para que? Por mucho que estés en una relación es autoengañarte, si hay amor de verdad eres incapaz de mirar a ninguna otra persona, nadie te atrae tanto como quien amas y sabes que no merece la pena ser infiel por que quien quieres te espera en casa. Esa es mi opinión y es lo que cumplo.

Supongo que tenía sentido... aunque para mi la infidelidad es un no rotundo, ni siquiera sabría decir por qué ni podía argumentar algo así como él.