Control (Yaoi/BL)

XLVI

Sus dedos... tres dedos... profundos...

Él iba en todo momento muy lento para recordarme que respirara e intentando que cogiera el ritmo... pero era difícil...

Encontró tan fácil mi pinto dulce... creí que me correría por segunda vez...

–Te duele?–Preguntó dándome un beso en el hombro.

Estaba en posición perrito para que él prepara mi trasero con cuidado, y era bochornoso.

–No... –Negué consiguiendo callar lo mejor posible mi voz.

–Lo estás haciendo genial –Respondió medio felicitándome.

Pero no me dio ni tiempo a quejarme, aprovechó para meter el cuarto dedo haciéndome más difícil retener mi voz.

La habitación... estaba llena de mi voz y el chapoteo de sus dedos.

Como podían los pasivos soportar esta preparación exhaustiva cada vez que lo iban a hacer!?

Me iba a morir de la vergüenza.

La tensión poco a poco consiguió con sus movimientos que se relajara de nuevo volviendo a dejarme únicamente pensando en lo bien que se sentía.

Era tan extraño sentirlo separar mis paredes, hacer que sus dedos entraran y salieran palpando mi interior con cuidado en cada pequeño movimiento...

Hasta que finalmente los sacó haciéndome sentir vacío de repente.

–Con condón, no? –Preguntó dándome un beso en la nuca mientras que yo intentaba recuperar la respiración.

Esto... iba a pasar...

–Si lo haces con condón... dejaré de oler igualmente a virgen? –Dudé con inseguridad.

–Si, el olor varía al fundirse con el que lo estás haciendo, el condón no cambia lo que estamos haciendo –Respondió agarrando la caja de su mesilla para quitar uno–. Pero sigo diciendo que estas a tiempo de echarte atrás.

–Despacio y con cuidado... y todo irá bien –Murmuré acercándome a él para darle un beso mientras se colocaba el condón.

Quería hacerlo... si era con él todo estaría bien, estaba feliz de estar haciendo esto.

Me coloqué con las caderas en alto abrazando una almohada y me preparé lo mejor que podía mentalmente.

Su miembro... se frotó con cuidado en mi entrada anunciando que estaba más que listo.

–Respira, es parecido a los dedos –Intentó calmarme sujetando mis caderas siguiendo con sus movimientos de su miembro frotándose.

Ayudándome a mentalizarme.

Lentamente haciendo más y más  presión... hasta que su punta se escurrió haciéndole gemir demasiado alto.

Estaba... su punta...

–Duele? –Preguntó Mo con dificultades parando sus movimientos.

Temblaba ligeramente...

–No... –Negué como pude abrazado a la almohada– sigue...

No dolía... era tirante... él sabía no hacerme daño.

Obedeció tembloroso sosteniendo mis caderas y comenzando lentamente a entrar en mi interior muy poco a poco, saliendo casi del todo para volver a entrar un poco más profundo.

Palpitaba y estaba caliente... como yo...

Mi voz... ni siquiera era capaz de pensar en detenerla... mi mente se estaba quedando en blanco...