Control (Yaoi/BL)

XXIV

Los exámenes finales acabaron y empezó la semana de exposiciones de artes.

Mamá vino el lunes en cuanto terminaron las clases.

–Más orgullosa de mi niño –Comentaba revolviéndome el pelo.

Y eso que por poco y no acabo el cuadro.

La semana que viene vacaciones, y este fin de semana vendría la hermana de Seiji en vez de ir nosotros a verla.

Estaba dentro del programa de protección, igual que Seiji, así que mi madre se haría responsable y a Seiji le hacía ilusión.

Como esperé también me ofrecieron de nuevo becas insistiendo en que me lo pensara, que tenía mucho talento, pero seguía en mis trece de que ese no era mi lugar.

El arte era mi pasatiempo, no mi profesión.

Seiji realmente había dejado el club de lectura y lo miércoles se pasaba las dos horas conmigo en el taller, estaba bien al final, no le afectó tanto como esperé dejar el club... pero estaba disperso.

–Seguramente después de navidades Central mueva piedras muy jodidas –Explicó mi madre al ver que me quedaba mirando a Seiji mientras él hablaba con Circe y Gala–. Ya se lo avisé a Seiji y a Shin... pero él está preocupado por su hermana.

–Que clase de piedras? –Dudé quitando mi cuadro de la pared.

Ya nos habían dado las notas, simplemente debíamos recoger e irnos, mi madre sacó tiempo no se ni de donde para ayudarme a llevar el cuadro a casa. Llevaba días que casi no la veíamos ni en el fin de semana.

–Él no tendrá que declarar mucho, solo afirmar el testimonio de Shin... pero ella va ha ser la que cuente todo –Explicó suspirando usando magia para llevar el cuadro–. Estas navidades tengo que conseguir que vea a un psicólogo, con la universidad parece que no fue a ninguna cita de las que le puso Central.

Eso pintaba muy mal... más si con ella también aplicaron la obligación de decir en la preparatoria que su prometido obligado era su novio... y estuvo obligada a tener sexo con él.

–Mamá –Murmuré antes de que empezara a caminar–, tengo algo que decirte pero no le puedes decir a Seiji que te lo he dicho.

Lógicamente mi madre aceptó y me escuchó en silencio mi miedo con el prometido de Shin... tal vez la habían violado por 10 años...

–Gracias por contármelo –Agradeció con seriedad dándome un beso en la frente–. Vamos, ya es tarde.

Tal vez precisamente en lo que Seiji estaba pensando era en eso y por eso estaba tan disperso. Si ya lo había pasado mal teniendo que tolerar los besos y caricias de Margery imaginarse como debió sentirse Shin... no quería ni pensarlo.
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–Estas nervioso por conocer mañana a mi hermana? –Preguntó Seiji ya metidos los dos en cama.

–Si, la verdad es que si, os parecéis? –Dudé acariciando su pelo.

–Antes si, mucho... ahora ya no estoy tan seguro –Murmuró dejando que jugará con los botones de mi pijama–. Desde que ya no vivo con mis padres, aun con sus problemas, me he sentido bien, pero no se como habrá sido todo este tiempo para ella.

–Central la ha protegido, tal vez no fueron los mejores meses de su vida, pero estoy seguro de que no fueron los peores –Respondí dándole un beso en la frente.

–Ojalá tengas razón –Contestó ya cansado abrazándome al final.

Poco tardó en caer realmente dormido mostrándome como los cristales debían llevarse otra posible pesadilla.