Control (Yaoi/BL)

LI

Por la noche había como humedad en el aire, lo que encrespaba un poco mi pelo acabando por hacerme un moño como podía para que no me molestara.

Kamali me llevó por todo el pueblo, me enseñó cada recoveco que pudo, desde donde daban las clases para los más pequeños hasta la biblioteca general pasando por un invernadero que cuidaba la comunidad en conjunto para las investigaciones.

Los elfos hacían cosas semejantes para estar en contacto con la naturaleza, su tradición giraba en torno a esto, pero un druida era por y para el aprendizaje, se aprendiera aquí o en la gran ciudad daba igual, un druida debía sentir curiosidad por el mundo que le rodeaba, sea cual sea, debía aprender sobre pociones y hechizos y siempre buscar saciar su sed de conocimiento.

Y ahí fue cuando la cosa dejó de ser tan bonita.

Aprovechando el tiempo que me daba Kamali para ver el invernadero me metí entre sus recovecos acabando en una zona central con un árbol de hojas que parecían de agua.

Me metí sin ni pensar en el chat con Mo.

Este sitio no era para mí, yo no tenía curiosidad por nada ni era inteligente como Mo, suspendía con facilidad y mis notas eran mediocres, la naturaleza por muy bonita que fuera no quería tratar con ella, no me gustaba nada de esto.

Mo decía que todo estaría bien, que esas palabras serian para generalizar pero era imposible que todos los druidas fueran iguales, si a mi no me interesaba lo que me decían no pasaba nada.

No lo entendía, no estaba entendiendo el problema.

•Ximo eres listo y tienes curiosidad por las cosas, pero por otras diferentes a las que te dicen ellos, y no pasa nada.

•Mo no soy ni capaz de aprobar una asignatura cualquiera en el instituto! Si se enteran van a decir lo mismo que la familia de mi madre!

Tenía el pulso a mil, me dolía hasta la cabeza.

•Suspendistes alguna?

•Siempre suspendo alguna! Soy un estúpido!

Una gota de agua cayó sobre la pantalla de mi teléfono sacándome de mis pensamientos con rapidez... era negra.

Levanté la mirada hacia el árbol de hojas de agua descubriendo que sus hojas ahora no reflejaban la luz iluminando el lugar, ahora eran negras opacas y poco a poco comenzaban a desprenderse cayendo como gotas de agua al suelo.

Y al darme cuenta esto solo comenzó a hacerse más rápido lloviéndome encima... pero como si de cachos de cristal se tratara.

Dolía.

–Ximo! –Saltó la voz de mi padre mientras que yo no era capaz ni de mirar para salir de aquí.

Mi pie encontró un desnivel no se ni donde haciéndome perder el equilibrio cayendo al suelo, mis piernas cayeron en agua y mi torso dio contra tierra.

–No lo toque, no lo toque –Pidió Kamali sonando sus pasos hacia mi.

Me había hecho daño.

Saqué las piernas del agua con dolor como bien podía acabando ayudado por Kamali al llegar hasta mi.

–Respira, era un desequilibrio –Pidió  dejando que me frotara la cara como podía para ver bien.

Las palmas de mi mano sangraban, mis rodillas también y creo que incluso mi cara... él árbol aún seguía echando hojas negras.

–Que ha pasado? –Preguntó mi padre con preocupación apretando los puños por no poder ni tocarme.

–Es mi culpa, verdad? –Murmuré viendo que el negro de las hojas se contagiada al agua del pequeño estanque con nenúfares al sue había caído.