XXII

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Kilian estaba muy guapo con el delantal de pintor aunque trataba de fingir que no lo miraba siempre que podría mientras apuntaba las quejas de las colocaciones de los cuadros.

Esto era importante Seiji, centrate.

Al final la lista aún fue algo larga...

–Me dejas tu teléfono? –Pedí a Kilian viendo que estaba detallando unas flores con un pequeño pincel.

–Esta en el bolsillo de la derecha, cogelo –Respondió señalándome con el codo que era el bolsillo de su pantalón.

En general en el club de artes, al ser tan diversos y mezclarse cursos diferentes había siempre mucha variedad de estilos y niveles diferentes de técnicas... pero el de Kilian destacaba considerablemente por encima del resto, ya no sólo por tamaño y ser casi de dos metros de alto, sino por la propia calidad de lo que estaba haciendo, nada en el taller se comparaba.

Era una figura humana aun no bien dibujada siendo llevada y arrancada de la paz de la naturaleza por garras negras que parecían viscosas.

Centrate Seiji, centrate.

Tratando de dejar de mirar a Kilian y lo bien que trabajaba mandé las quejas por el grupo de delegados y puse reunión para mañana después de clase para hacer los cambios lo antes posible.

Bueno, a Kilian aún le quedaba tiempo y parecía más perdido en su trabajo que en otra cosa... así que tal vez era mejor volver a casa, pero tendría que pedir que me vinieran a buscar si no quería volver andando bajo la lluvia.

Dudaba que hacer mientras miraba por la ventana, ligeramente empañada por la diferencia de temperatura, como las gotas esta vez no hacían carreras entre ellas para llegar al final del cristal, llovía tanto que parecían ríos... y la figura de Killian poniéndose en pie volvió a cautivarme mirando como echaba más pintura en la paleta mezclando diferentes colores para comenzar al fin con la figura humana.

Tenía la capa de arriba del pelo recogida en una coleta para que no le molestara pudiendo ver mejor sus facciones marcadas y sus expresiones al concentrarse y analizar meticulosamente cada trazo que daba, incluso sus pupilas se dilataban o se volvían finas como las de felinos al acecho según veía a su obra tomar más o menos forma, sus dedos casi parecían hacer movimientos mágicos con los pinceles cambiándolos a veces teniendo varios en la mano y dándole igual si se marchaba en el proceso, lo importante era lo que tenía delante no una simple mancha de pintura que mis padres me habrían obligado a quitar frotando con mis manos en agua helada.

Un cuadro tan grande, seguramente imponente para muchas de las personas que estaban en este mismo club, podía lograr parecer algo tan delicado como el vidrio solo por ver como él trataba el lienzo?

Sentir sus labios sobre mi mejilla me hizo salir de mi ensoñación viendo que había soltado la paleta y los pinceles.

–Descansito, ya llevo una hora –Comentó agarrando mi mano para que caminará con él.

Todos estaban dándose un pequeño descanso, y él me llevó a coger dos banquetas de una esquina de la clase.

–Te gusta? –Pregunto volviendo a junto a su cuadro abriendo la banqueta.

Y se sentó frente a él observando su inmensidad con orgullo.

–Es increíble –Afirmé sentándome a su lado también mirando hacia el cuadro.

–No lo hice con esa intención, pero creo que va a ser el segundo año que me van a ofrecer la beca de estudios artísticos –Suspiró quitando la mirada para agarrar una botella de agua y beber un poco.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora