XXIII

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–Bien, que tal estas dos semanas? –Preguntó el psicólogo tras hacerse una coleta rápida baja y sentándose frente a mi–. Veo que has cambiado de peinado.

Habían pasado muchas cosas en sólo dos semanas, había cosas que no sabía ni como explicarle, como había descubierto que los centros comerciales me sobrepasaban emocionalmente, el shock que viví en el cine y mi experiencia de rechazo hacia la ropa. Por no hablar de lo que había pasado con Ximo y de como me sentía yo con mi futuro y mi persona.

Sentí que hablaba de forma muy difusa para explicar las cosas... lo que me frustraba al ser incapaz de poner orden en nada.

–Estas acostumbrado a vivir en una forma de orden total y absoluto, milimétrica hasta lo absurdo, es normal que cuando tienes que hablar de estas cosas te frustres, pero tienes que entender también que es una percepción que has engendrado de la forma en que te han criado, realmente no pasa nada y yo te estoy entendiendo a la perfección, te estas explicando muy bien –Comentó al ver que se me estaba haciendo bola muy rápido–. Pero vamos a ir a lo primero que has dicho y después retomamos en lo último, te sientes abrumado de una forma que no sabes ni expresar por los conjuntos de sensaciones, vale, pero que conjunto de sensaciones?

Cuales...

–El sonido de mucha gente caminando, la luz artificial fingiendo que es de día, la música sonando lo suficientemente fuerte para que se escuche por encima de la gente hablando y el ruido, los olores fuertes, los colores y sus mezclas con sus estampados y el propio tacto de las diferentes telas –Conseguí expresar recordando demasiado bien como me sobrepasó el centro comercial.

Y rápidamente la sensación de ahogó y de que se me aceleraba el corazón volvió necesitando un segundo para respirar y salir de esos recuerdos.

–Consideras que estabas en una situación incómoda? Tal vez de presión? O de que las cosas estaban yendo muy rápido? –Preguntó después de dejarme unos segundos para respirar.

–Las cosas iban muy rápido, Elea y Kilian querían ver tiendas, aunque no comprara nada verlas y que tuviera un acercamiento más realista a la ropa y que podía encontrar ahí algo que me ayudara a identificarme... pero fue entrar en el centro comercial y todo iba rápido, tenias que leer rápido los carteles de las tiendas, decidir si ibas entrar o no, y en cuales, si los escaparates, la gente caminando, las escaleras mecánicas...

–Y sentiste que iba tan rápido que no te daba tiempo a saber que podías controlar en esa situación y que no –Añadió al escuchar lo que estaba diciendo.

Si... la verdad es que si...

–Tengo un problema de control? –Dudé al asentir con la cabeza afirmando sus palabras.

–No del todo por qué realmente no quieres controlarlo todo, lo que no quieres es que algo que se pueda salir de control tenga consecuencias sobre ti, y si te enfrentas a las cosas a tu ritmo dejándote analizar y entender que esta en tu control real y que no, tampoco tienes problemas, necesitas que se junten varios factores para activar ese método de supervivencia, pero al final es sólo eso, un método de supervivencia que estas aprendiendo a controlar.

Un método de supervivencia... como los ciervos, supongo, al más mínimo ruido no esperan a ver si es una amenaza real o no, solo huyen.

–Me alegro mucho de que fueras capaz de controlarlo en la zona nocturna –Me felicitó al escuchar que es lo que hice tras tener ese pánico–. Otra noche deberías volver a intentar lo del cine, sin películas de terror ni de suspense, hay películas de animación humanas y no humanas preciosas, te ayudarán mucho a perderle el miedo, sino también puedes probar con alguna romántica, el género de fantasía humano también es muy interesante. Pero el tema al final es que no te expongas a películas que te hagan sentir en peligro, no al menos en el cine en tu casa si quieres probar con amigos pudiendo pararla cuando queráis y bajar el volumen si es necesario podrías hacer la prueba.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora