XLIX

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Mo quiso venir a mi piso diciendo que era para estudiar por los finales... pero al final fue para ver que de verdad estaba bien.

Después de lo del sábado creí que estaría peor, y realmente el domingo no me sentí tan resentido físicamente, pero Mo aún así quería ver que estaba bien, incluso trajo una crema para los chupones.

–Algunos como los de tu cuello son normales, pero se que en algunas zonas me pasé, déjame ver –Pidió viendo con preocupación que me costaba sentarme sin molestias.

Recordar el problema con mi pezon derecho hizo que no lo hiciera tan convencido.

–Esta bien, puedo hacerlo yo –Intenté escurrir el bulto con pudor.

–Le vas a pedir a tu padre que te la eche en la espalda? –Cuestionó cruzando los brazos.

No, claro que no lo iba a hacer, pero...

No quería quitarme la camisa del uniforme y dejar eso a la vista...

–Pasó algo? –Dudó preocupado agarrando un mechón para colocarlo tras mi oreja–. Hay algo que tenga muy mala pinta y por eso no me lo quieres enseñar? Lo siento si te hice daño.

–No me hiciste daño –Suspiré colocando mi mano sobre sus labios–. Pero no quiero que te rías.

–No me reiré, te doy mi palabra –Prometió con demasiado seguridad muy rápido.

Lo había provocado él así que... supongo que era lógico que tomara la responsabilidad por mucha vergüenza que me diera.

Aún con pudor cedí comenzando a desabrochar mi camisa hasta que definitivamente el problema estaba expuesto para él.

–Te dolía mucho, por eso tuviste que poner una tirita, verdad? –Preguntó teocupado acariciando muy superficialmente la zona.

Había chapado y jugado tanto con mi pezón que ahora estaba sensible y toda la zona roja e hinchada, la única forma en la que conseguí ponerme el uniforme era tapando la zona con una tirita por muy ridículo que fuera.

Al tocar, por mucho que lo hiciera con cuidado, creí que me quedaría sin aire necesitando agarrar su mano.

–Lo siento mucho –Se disculpó sorprendido por mi gesto–. Tengo que quitar la tirita.

Si, lo sabía, sino no podría poner la crema pero...

Acepté que lo hiciera teniendo que tapar mi boca con miedo de que mi padre pudiera escuchar algo... Mo lo intentó hacer con todo el cuidado posible pero... acabé llorando aunque no quisiera.

–Fue mi culpa, lo siento, lo siento –Insistió en sus disculpas abrazándome preocupado–. Se pasará con la crema, ya verás... lo siento... nunca me había pasado algo así con nadie.

Él... de verdad estaba preocupado...

–Esta bien... yo no creí que fuera nada hasta que me vestí para volver a casa –Le quité importancia dejando que él limpiara mis lágrimas.

Lo que no esperaba es que me diera un beso en los labios cuando terminó antes de apartarse y abrir el bote.

La crema estaba fría... pero alivió rápido el hinchazón y la sensibilidad.

Y eso hizo con cada marca que tuviera mala pinta o me doliera, incluyendo las de mi espalda y piernas.

Tuve que esperar con la pierna extendida a que se secara la crema, solo con el calzoncillo puesto.

–Estas comiendo cuando estás en casa? –Dudó mirando como mi pezón ya no estaba tan mal.

Ahora solo estaba algo rojo.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora