XLVIII

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–Él dice que no hice nada mal, así que supongo que me toca confiar –Suspiré tirando la pelota consiguiendo hacer canasta.

Pero claramente me daba vueltas en la cabeza.

–Tu hablas con nosotros cuando quieras por teléfono –Comentó Mo cogiendo la pelota que había tirado comenzando a hacerla botar para caminar hasta mi–, siempre tienes nuestro grupo a mano y en todo momento puedes tener intimidad con lo que necesitas hablar por que él nunca lee tu teléfono a menos que tu se lo des, pero él?

Ya, Seiji no tenía ningún momento para hablar con nadie sin que estuviera yo, hasta vivíamos juntos, claramente habría algún momento en el que necesitara hablar con alguien sin estar yo delante.

Era lógico.

–Sabes? –Me sacó de mis pensamientos haciendo el amago de tirar la pelota a mi cara pero sin hacerlo–. Yo creo que a Seiji le caigo mal.

–No le caes mal –Negué medio riéndome por su conclusión.

–Hablas conmigo de temas que con él no, estoy medio liado con su amigo y cuando desapareces en mitad del día mientras él duerme es para estar conmigo y con Lu –Explicó sus conclusiones haciendo botar de nuevo la pelota–. No has visto con la cara que me mira a veces.

–Lo de irme en el día fue solo una vez.

–Tío, que está celoso y punto, y creo que le das motivos para estarlo, y después yo sólito me busqué lo de caerle mal cuando dije lo de la curiosidad con Ximo frente a él –Concluyó tirando a canasta.

Pero él no encestó.

–Si, a ver, lo de decirle la curiosidad que te da Ximo no fue buena idea, pero no está celoso, ya hablamos el tema y esta bien –Respondí caminando para ir ahora yo a por la pelota.

–De qué hablasteis?

Había sido a principios de trimestre, y ahora ya estábamos a finales, tampoco me acordaba demasiado bien después de todas las cosas que habían pasado.

–Me preguntó sobre ti y sobre Lu, fue cuando aún no habíamos arreglado las cosas con Ximo –Respondí intentando hacer memoria.

Y entonces recordé el problema de esa conversación al llegar a la pelota.

Tea.

–Y que más hablasteis? –Insistió Ximo apareciendo a mi lado.

–Desconfiaba de ti por que eres el hermano de Tea, pero como sacó el tema de tu hermana y me tensé se puso histérico creyendo que me había enfadado –Expliqué con preocupación llevándome una mano a la cabeza–. No estaba enfadado pero no sabía tampoco como afrontar la conversación... mierda.

–Como sabe que somos hermanos si no la conoce? –Dudó él desconcertado.

–Su psicóloga es tu Tita –Respondí agachándome a coger la pelota–. Me lo dijo mi madre hace poco y supongo que lo sacó de ahí.

–Mi Tita!? No me dijo nada!

–Secreto de paciente, es normal que no te lo diga –Resoplé abrazando la pelota–. Y ahora que hago? Y si sigue siendo eso? Se que lo de Tea fue una mierda, pero como le demuestro que no desconfíe de ti ni que de verdad no había ningún sentimiento por ella?

–Sinceramente? No lo se. Pero ves como me odia?

Ya, no era algo tan sencillo.
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Me pasé el resto de la noche dándole vueltas a eso, quería arreglarlo y que Seiji se sintiera seguro pero no sabía como.

Ver que él tampoco parecía estar con mucha energía hizo aún peor lo de buscar una solución, no me quitaba de la cabeza que la había cagado.

Hasta que estuvimos solos en la sala de delegados y ambos nos sentamos diciendo que debíamos hablar.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora