XXIX

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Elea se fue tras comer, mi hermana se negaba a salir de la habitación y yo solo quise quedarme tumbado al lado de Kilian.

Juntos intentamos resolver el puzzle por un rato y que eso ayudara a no pensar en todo lo sucedido, pero lo dimos por perdido en poco tiempo. Solo me tumbé sobre las piernas de Kilian mirando hacia el fuego y juntos intentamos no pensar en lo sucedido ni dejar que mi cabeza se dejara controlar.

Me sentía tan inútil...

–Que tradiciones haces por navidad? –Preguntó acariciando mi pelo con cariño.

Tradiciones...

–Íbamos cada navidades a ver el cascanueces al gran teatro, me gusta el ballet pero ya lo tengo muy visto –Comencé a enumerar intentando recordar alguna cosa importante–. Sacábamos fotos de la decoración de ese año para presumirla entre la familia, siempre se cenaba pavo la noche de navidad e íbamos antes de año nuevo al panteón familiar para entregar flores... creó que nada más.

–Pues este año va a ser diferente –Respondió Kilian dándome un beso en la cabeza–. Nosotros decoramos la chimenea, preparamos ponche de huevo, galletas y tarta, todos los años se sortea a piedra papel o tijera cuál es la casa en la que se celebra el año que viene, este año es en la nuestra así que colocaremos también árbol, los regalos los trae cada uno para abrirlos todos juntos antes de irnos y en año nuevo hacemos más ponche, más tarta y más galletas, ayudamos a Central a distribuir las cenas de año nuevo a las personas necesitadas, preparamos un ritual de buena salud en el bosque u lo hacemos todos juntos para desear un año lleno de salud, tomamos pistachos por que a nadie nos gusta las uvas y vamos a la nieve por la primera nevada del año.

Las navidades de Kilian... se parecían a las que podría retratar en un cuento.

–Que es el ponche? –Dudé girándome para mirarlo a él.

–Es como un batido, te va a encantar, yo me hincho hasta arriba de ponche, me encanta –Respondió sonriendo apartando mi pelo.

–Os apetece hacer ponche entonces? –Preguntó de repente Brent sacandonos a los dos de nuestra situación.

Estaba en el pasillo en forma de lobo sentado mirando hacia nosotros.

–Sheila ya fue a por los ingredientes? –Dudó Kilian brillandole los ojos solo de escucharlo.

–Si, ya hace –Contestó levantándose para comenzar a caminar hacía la cocina.

–Vamos a preparar ponche! –Saltó Kilian tirando de mi con energía para que me pusiera en pie.

No entendía mucho... pero solo por ver lo feliz que le hizo acepte sin rechistar y caminé con él aun dudoso.

Nunca había cocinado nada... por no decir que no sabía ni como se encendía una cocina, así que no estaba yo muy seguro de que pudiera ser útil o conseguir hacer algo tan rico que Kilian se lo terminara de un trago, pero quería intentarlo.

      *.      *.      *.      *.

Se me fue la mano con Seiji exactamente igual que si fuera mamá...

En ese momento estaba cabreada, ni siquiera lo pensé con claridad, pero tras las palabras de Elea y la presidenta de Central no sabía ni como sentirme.

La había fastidiado... y no sabía ni como pedir perdón, no iba a tener un castigo por lo ocurrido, pero si debía disculparme.

Aprender a respetar la opinión de los demás... y mañana ir obligatoriamente al psicólogo aunque aún no me viera lista.

Si no era con un castigo mis actos tenían consecuencias de otra forma, lo sabía pero...

Yo no quería levantarle la mano, no quería gritarle ni discutir así, pero ver en lo que se estaba convirtiendo... nuestros padres habían grabado a fuego y golpes estas cosas y él se ponía un pijama completamente ridículo y caminaba por la casa sin vergüenza.

Control (Yaoi/BL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora