Sara.
Nos seguimos mirando fijamente y su mirada es tan penetrante... Esos ojos azules que hoy lleva, y digo así porque cambian el color según el clima, me desnudan más de lo que ya estoy. También logran que una corriente eléctrica baje por mi cuerpo y se estacione en mi vientre, como siempre.-Sabías que existe la puerta ¿Verdad? -Digo con una sonrisa y él me sigue analizando con su mirada-.
-Poe Verne te enamoró cuando entró por la ventana de Padme. -Responde con una sonrisa pícara-. Él la amenazaba y juró no tocarla porque le pertenecía a otro.
-¿Y vos qué? -Pregunto-.
-Digamos que yo soy el amigo de Poe. Nadie puede tocarte porque sos mía.
Suelto una pequeña risa y él da un paso hacia adelante, mientras que yo sigo inmóvil, comenzando a sentir un calor por mis mejillas.
Luego da otro y mi respiración comienza a ser más nerviosa.Continúa acercándose y yo quiero pedirle que frene, pero mis gritos están ahogados y deseo que sus manos me acaricien una vez más.
Deseo sentirlo. A plena luz del día.
Él llega hasta a mi y con un último paso corta todo espacio entre nosotros. Nuestras respiraciones se sincronizan y estoy segura de que puede ver cómo mi pecho sube y baja.
Bajo mi mirada por un segundo y él me toma de mi mentón, delicadamente. Con su otra mano quita los mechones de mi cabello que tapan mis pechos. Sus dedos comienzan a acariciar mi hombro izquierdo, y un suspiro sale por mi boca. El contacto con mi piel hace que me estremezca por completo y él lo disfruta, porque me da una sonrisa de lado.Quita la mano de mi mentón y lentamente comienza a acariciar mi cuello, bajando hasta mi pecho, sin dejar de mirarme.
-De todas las posibilidades, nunca creí que podría encontrarte así. Toda para mi. -Dice‐.
Con su otra mano intenta desprender mi sostén y al lograrlo, con sus dos manos, me lo quita, cayendo al suelo. Sus manos comienzan a descender por mi espalda desnuda y yo elevo mi cabeza hacia arriba, sintiendo cómo de a poco clava sus dedos en ella.
Su boca llega a mi cuello y va dejando pequeños y humedos besos, haciendo que muerda mi labio y mi cuerpo se vaya adormeciendo, entregando.Sus labios van hasta mi pecho y su lengua a mis pechos. Yo suelto un gemido y deposito mi mano en su cabeza. Continúa bajando a mi abdomen, dejando besos. Luego se arodilla y su lengua comienza a subir por mis muslos, por lo que mi cuerpo se hace para adelante y mis dedos se enriedan con su cabello, logrando que suelte un fuerte gemido.
Él frena y se levanta, volviendo a mirarme fijamente, por lo que en ese momento me doy cuenta de que por más que pasen años y años, mi primera reacción hacia él siempre será la misma: rencorosa. La de ambos. Tanto que nuestros cuerpos se piden a gritos que se sientan y se marquen, se devoren.
Su mano acaricia mi mejilla y luego la enreda con delicadeza en mi cabello. La ternura es la segunda fase de nuestros encuentros, luego del rencor.
-Cobarde. -Le digo sonriendo y él también lo hace-.
-Un par de cobardes. -Me sonríe tiernamente-.
Y sin pedírselo, Esteban me besa con todas las ganas del mundo, logrando que me derrita justo allí, junto con mi corazón.
Sus manos van hasta mis mejillas y las mías a su cuello. Me encanta que sus labios ya sean familiar para mi boca, que nuestras lenguas se entiendan a la perfección y que no sepamos cómo separarnos, ni cómo terminar.
-Te extrañé. -Susurro contra sus labios-.
-No podía seguir viéndote en los brazos de alguien más, Sara. -Me responde reposando su frente contra la mía-.
ESTÁS LEYENDO
Por si regresas.
Teen FictionCórdoba Capital, Argentina. Que cada día, sin permiso alguno, las mariposas de dentro de mi estómago se apoderan de mi, sintiendo esos nervios por verte, como si así fuera a pasar.. Por si regresas te he dejado la puerta abierta. Por si regresas te...