Capítulo 7

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- ¿Y te quedarás aquí?

- No por mucho tiempo, debo ir a Italia para algunas fotos.

- Y... ¿Disfrutas ser tan famoso?

- Digamos que tiene sus pros y contras.

Clave en el tenedor un pedazo de durazno y lo metí a mi boca sin pensarlo demasiado. Los chicos llevan 30 minutos haciéndose preguntas de sondeo bastante extrañas y obvias, siendo que ninguno da una respuesta concreta, pero tampoco las evitan.

- ¿Regresarás pronto? - cuestione a Willow - Hanna me dijo que estaba muy contenta por tenerte aquí después de tanto tiempo desaparecido.

- ¿Me extrañarás si digo que no? - comento con una sonrisa.

Giré los ojos e inserté nuevamente en mi tenedor un pedazo de pan.

- Si si, como sea señor perfección.

- Jajaja, regresaré en un par de meses. No me necesitan temporalmente y mis padres se encuentran de gira, así que... - movió los hombros, restándole importancia.

- ¿Y tu hermana?

- Parece que sabes muchas cosas de él - hablo Dylan, cortando su comida.

- Esto no es...

- Digamos que hemos compartido un buen tiempo - Willow le regreso el comentario.

- ¿Ah sí? - cuestionó el ojiverde menor.

- Por supuesto - Willow añadió con una mirada pícara - como cuando estuvimos en la habitación y...

Comencé a toser y tape mi boca, impactada por la intención de sus palabras. Lo observé reírse y tenderme una servilleta, por lo que le di una mirada de reproche, asegurándole que él y yo tendremos una plática después.

Los 3 chicos restantes nos miraron con los ojos bien abiertos, por lo que mi rostro empezó a arder sin control.

- Ajam - James carraspeó la garganta, en un intento de cambiar de tema - ¿Cuáles son tus planes para esta noche Atenea?

- Mm... No...

- ¿Señorita Morgenstern?

Giré a mi costado, encontrándome con uno de los meseros.

- Si, esa soy yo.

- Por favor - me tendió una nota junto con un vaso de contenido naranja y se alejó sin más.

Mantuve neutro el rostro y abrí la carta. Al levantar la mirada, observé el lugar buscando al remitente. Cuando lo encontré, me levanté con todo y la bebida, comenzando a caminar hacia la barra principal.

- ¿Señorita Janneth? - pregunté un tanto sorprendida.

- Ou... Hola - se giró a verme.

Sus ojos azules muestran cansancio, pero se ve sana y el cabello rubio lo tiene atado en una coleta.

No vi a nadie sentado a su lado, así que me tomé la libertad de sentarme junto a ella.

- ¿Qué la trae por aquí? - aborde de manera casual.

- Yo... Vine para despejar un poco la mente de todo... - comento mientras agarra el vaso de contenido transparente.

Espero sea agua.

- Usted me invitó el trago, supongo.

- Si. Te veías en aprietos con los chicos de allá - señaló hacia la mesa con el mentón.

- Ja... Algo de razón tienes - me giré hacia donde hace un par de segundos estaba sentada con una media sonrisa.

Todos están viéndonos. Blake y Dylan mantienen un rostro serio, mientras que Willow y James se ven un tanto confundidos por mi actitud.

Los Nuevos MorgensternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora