Caminamos por los pasillos, custodiados por 6 caballeros, 3 de cada lado. Cuando atravesamos el portal ya nos estaban esperando; nos dijeron que eran órdenes del Rey, lo cual no me sorprende, pero si fastidió un poco a mis compañeros.
Al irnos acercando al lago que hemos pasado en otras ocasiones, comenzamos a ver más gente: hadas de piel traslúcida, otro tanto con ojos en línea o sin pupilas, cabellos tipo tronco; todos y cada uno de ellos diferentes y únicos, con su característica belleza sobrehumana pero peligrosa.
Poco a poco se hicieron a un lado y nos dejaron pasar, por lo que en menos de 5 minutos, nos encontramos frente al hombre más poderoso de las hadas, Innek Gotduynho. Lleva un traje de cuello alto y bordado en color rojo, el cual representa celebración y buenos deseos, su cabello ha sido decorado con algunos brillos y plantas de colores cálidos, destacando sobre su cabeza una imponente y magnífica corona de oro.- Su Majestad - hablé con cortesía y me incline un poco, haciendo que los chicos sigan el ejemplo.
- Te ves preciosa - se levantó y con todo el glamour del mundo se estiró para tomar mi mano - Cuñado, Señor Herondale.
- Gracias - sonreí, consciente de que todos vigilan mis movimientos.
Innek y yo aún tenemos cosas de las que hablar, pero si sus guardias saben lo que sucedió y no me han arrestado, es gracias a él.
- ¡Los novios! - escuché a alguien gritar.
Todos nos giramos, encontrándonos con un hombre y una mujer con apariencia bastante normal, sin embargo, cuando sonrieron mis instintos se pusieron alerta.
- Son hadas de la familia reptil - me susurro Daemon.
- Entonces ¿No deberían ser... verdes? - contesté, bastante confundida.
Los libros sobre seres sobrenaturales son bastos en nuestras bibliotecas, pero en ellos se les muestra más como animales que como seres humanos: pieles escamosas y verdes, ojos fríos y duros, triple párpado, grandes, así como filosos dientes.
Desde luego no debes quedarte solo con lo que dice un libro, pero ha llamado bastante mi atención el que su única distinción sean los dientes.- Han evolucionado.
- Y es más fácil pasar desapercibidos en el mundo humano - completo Blake
- Mi Rey - la pareja se había acercado y ahora sé inclinan hacia el mencionado - es un placer tenerlo con nosotros.
- El placer es mío.
Los tres nos movimos hacia un costado, tratando de pasar un poco desapercibidos, sin embargo no contamos con que el Rey estirase una mano hacia nosotros, introduciéndonos a la conversación.
- Thanksha, Yhori. Creo que ya conocen a mi prometida, Atenea Morgenstern. Él es su hermano mayor y este es su amigo.
Todos nos tensamos, pero trate de sonreír, cómo si realmente me agradace estar aquí... Representando este absurdo papel.
- Deseo que pueda acompañarnos durante mucho tiempo y hacernos prosperar... - se inclinó ligeramente Thanksha.
- Sin lugar a duda es hermosa, esperamos que sea igual de hábil para gobernar - añadió de forma sería Yhori.
Parpadee continuamente, extrañada.
¿Duda de mis habilidades o únicamente de mi por ser extraña?Consciente de que no puedo dejar pasar el comentario debido a la cantidad de personas aquí, decidí quitar las cordialidades en mi rostro y mirarlo seriamente.
- Tus súbditos son leales, Majestad - hablé con neutralidad en la voz - y no deben preocuparse por mí, sé cómo ser regente... Después de todo, soy una Morgenstern híbrida.
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Los Nuevos Morgenstern
Random- Permíteme dejarlo en claro - cruce las manos sobre la mesa y fijé mi vista en ellos - soy la persona más letal y poderosa en este momento. Si quisiera acabar con ustedes, lo habría hecho hace mucho tiempo y de manera tan discreta que nadie volverí...