Capítulo 22

47 8 4
                                    

Vamos a toda velocidad sobre la carretera. Mi pierna no deja de moverse en señal de nerviosismo. Youna ha atado las manos de Hynda con una especie de cuerda bastante resistente, sin embargo, pese a estar presente físicamente, mi mente ya viaja hacia mis padres.

Si algo les pasa, será mi responsabilidad... ¿Mis hermanos me culparan? ¿O únicamente se apagaran?

Noto como la mirada de Blake va y viene entre la carretera y yo, consciente de mi preocupación, pero sin decirme nada para evitar alterarme más.

- Kennet - le hablo telepáticamente.

Mi voz suena calmada... Demasiado tranquila. Intento ocultar mis emociones mientras converso con él.

- ¿Si? - me responde con el mismo tono, aunque bastante más animado.

- Yo... - me quedo callada por un momento.

¿Cómo le dices a tu hermano que nuestros padres están en peligro? ¿Cómo explicas que tú maravilloso plan de volver a ser una familia feliz parece desvanecerse frente a tus narices?

- ¿Atenea? - Kennet está confundido - ¿Estás bien? ¿Sucede algo?

- Llegaré a casa pronto... - termine por decir - ¿Puedes asegurarte de que todos estén ahí?

- ¡Claro! Mamá y papá salieron pero no tardan en regresar - se formó un nudo en mi garganta - y Tob fue con Janneth a su cita médica.

- Entiendo - despegue mi mirada del camino para ver a Blake, el cual viene concentrado, observando los alrededores. Estamos cerca - Los amo chicos.

- Sabes que nosotros también a ti - su sentimiento llegó a mi cerebro y calmó un poco mi corazón - ¿Segura que estás bien? Te noto...

Controlada. Cansada. Vacía.

- Extraña.

- Te veo en un rato. Ya llegó Blake.

- Diviertanse, pero no demasiado - hablo animado y nos separamos de la conexión parabatai.

- ¿Estás segura que es por aquí? - el rubio le dirigio una mirada al hada por el retrovisor.

- Si. Sigue derecho y en unos 5 kilómetros gira hacia la izquierda - indico, volteandome a ver - Majestad, ¿Recuerda lo que pasó en su oficina?

- Por supuesto, ¿Qué hay con ello? - le pregunté de vuelta, acomodándome un poco en el asiento para verle.
Blake y Hynda nos observaron.

- Lo estuve comentando con Zafre y Thoth. El padre de familia dijo "aún tengo gente dispuesta a trabajar para mí"... Comenzamos a investigar un poco, puesto que es un tema que tarde o temprano hemos de abordar.

- ¿Han encontrado algo?

- Nada concluyente. Le avisaremos en cuanto encontremos algo.

Asentí con la cabeza.

- Gracias.

- Es mi trabajo, Majestad.

Hynda abrió los labios, pero los cerro unos segundos después de pensar mejor las cosas.
Sea lo que sea que pensaba decir, no es un buen momento.

Mi cuerpo empezó a vibrar en cuanto detecto algo en el aire. Le di paso a mi lado vampirico y en cuanto lo identifique, tomé la mano de Blake.

- Detente - susurré con lo último de mi autocontrol.

Me baje del auto sin esperar una respuesta en cuanto no se movió y comencé a correr.
No quiero que vean esto... No quiero que nadie más vea lo que encontraré, puesto que en cada paso se confirman mis temores: rayones en el suelo, seguramente de las llantas cuando se amarraron; los cristales a los alrededores, en señal del caos que generó el impacto y dos cuerpos... Dos de los que sólo uno respira.

Los Nuevos MorgensternDonde viven las historias. Descúbrelo ahora