Capítulo 26

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Volví a cambiar de posición en la cama, cansada.
Llevo dos horas intentando conciliar el sueño pero mi mente está muy inquieta. Suspiro y me levanto para caminar a la recámara principal, donde me sirvo un vaso de agua.

- ¿Percy? - toque suavemente su mente, evitando despertarlo si es que ya duerme.

- ¿Si? - me preguntó con pesadez.

- ¿Podemos dar un paseo nocturno?

- Seguro.

Percy llegó hace dos días, en sustitución a Daemon, el cual se quedó con nosotras desde la audiencia pública. Los chicos se están turnando para cuidar a Sora y darme una mano cuando lo necesite, aunque manteniendo un ojo en la bebé es suficiente.

Peino un poco mi cabello con las manos y camino hasta la puerta, encontrándome a dos guardias de vigilancia.

- Su Majestad - saludaron cortésmente.

- Caballeros - cierro con cuidado y giro hacia ellos - regreso pronto, iré a caminar.

- ¿Gusta que la acompañemos o despertemos a alguno de sus guardias? - me pregunto uno de ellos de manera empática.

- No es necesario - comente, comenzando a caminar - cuiden el sueño del Rey.

Bajando las escaleras me encontre a mi hermano, el cual me regalo una sonrisa cansada. Trae pantalones holgados y una sudadera amplia, lo cual se complementa con un peinado ligeramente despeinado.

- ¿Vamos? - pregunto por cortesía y emprendimos el camino.

Nuestros pasos hacen un ligero eco, pero es amortiguado por el sigilo con el que estamos acostumbrados a andar. Únicamente nos encontramos a tres guardias más en la puerta principal, los cuales nos saludaron pero permanecieron en su lugar, vigilando.

- ¿Y bien? ¿Qué carcome esa mente tuya? - cuestionó en voz baja.

Torcí los labios con una ligera sonrisa. Me conoce bien a estas alturas.

- Hoy fui a hablar con los Hondmall - su semblante se volvió serio - dijeron que Innek tiene planes para mí, lo cual no me sorprende...

- Pero...

- Pero... - suspiré y baje mucho más la voz - he pensado en hacer algo para reducir nuestro tiempo de estancia aquí, y únicamente tengo una idea.

- Y no nos gustará.

- No sólo eso, si no que me niego a hacerlo... Así que necesito ideas o que me des el valor necesario.

- ¿Y qué es? ¿Invitarlo a unas vacaciones? - soltó con sarcasmo y detuvo el andar - ¿Decirle que adopten un perrito? ¿O adoptar a alguien?

El tono en qué lo dijo me hizo levantar con cierto temor la vista. Al notarlo, achicó la mirada.

- Dime que no...

- Escucha, piénsalo de manera fría y no como si no fuera tu hermana... Por favor.

- ¿En serio te lo has planteado? - me riño con una mirada fría y dura - ¿Sabes lo que implica tener al hijo de un rey? ¿De un Seelie?

- Conozco lo que implica - lo mire directamente al rostro.

- Entonces te diré lo que probablemente desconoces - apretó la mandíbula y tomo mi mano para seguir caminando - hay una razón por la que las hadas no conviven con el resto de nosotros.

- Su belleza, ego e ingenio. Lo sé.

- No - me cortó - Sabes que las hadas se crearon gracias a las relaciones que se tuvieron entre ángeles y demonios ¿Cierto?

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